TALLER DE DUELO: EL DUELO COMO EXPRESIÓN DE AMOR

 

    Los pasados días 21 y 23 de septiembre celebramos en San Mateo un taller para difundir otra forma de ver y vivir el duelo. Quiero dar las gracias al Ayuntamiento por su colaboración al cedernos el espacio para poder celebrarlo y por supuesto, a todos los asistentes por su valentía y generosidad al compartir con todos nosotros su experiencia y su sentir. Gracias de corazón. 

                   EL UNICORNIO AZUL                  

presenta:

“EL DUELO COMO EXPRESIÓN DE AMOR”

Taller para afrontar el duelo a través de una sana gestión emocional.

Si deseas adquirir una nueva perspectiva en torno al proceso de duelo y aprender recursos para superar el dolor y para vivir esta experiencia desde la serenidad y la aceptación, reserva tu plaza en el 605 98 89 01.

Días: 21 y 23 de septiembre

Sala de Plenos del Ayuntamiento de San Mateo de Gállego

COLABORA:

Ayuntamiento de San Mateo de Gállego

1er día: El duelo como expresión de Amor

El proceso de duelo no es un problema, sino una experiencia natural e ineludible a la que todos estamos llamados. No podemos alejarnos de ella, sino afrontarla desde el Amor y el respeto que todos merecemos.

Nos hallamos en un lugar de paso, un tránsito con un comienzo y un final. Vivimos en el territorio de la dualidad y debemos aprender a lidiar con ella. Es necesario analizar el lugar donde nos encontramos, nada permanece por tanto, el cambio es consustancial a nuestra experiencia, negar lo evidente es resistirse a lo que es, es causarse mayor sufrimiento

Amamos y somos amados, el duelo expresa ese Amor y eso es algo que honra al que se ha ido y al que se queda.

La experiencia cambia desde el lugar donde decidas vivirla: desde el corazón (agradecimiento sincero, honrar la memoria a través de una tristeza que no lucha, ni se resiste a lo que es) o desde la mente (victimización, preguntas que contribuyen al dolor y a la confusión, circunstancias adversas, palabras no dichas…..): distinción entre sufrimiento necesario y sufrimiento innecesario

Aceptar el sentimiento –no podemos anestesiarnos, ni evitar el dolor: vivirlo sin prejuicios, expresarlo como cada uno desee hacerlo, sin reservas, ni juicios. No hay reglas para vivir el duelo, cada persona en libertad, decide cómo afrontarlo.

Poema de la exposición morir y renacer Río de piedras de Ana Alvarez

"Lo más difícil del duelo es combinar la tristeza y la ausencia con la urgencia de cumplir lo que toca,

que se nos mezcle el llanto con la tortilla de patatas, la cola en la administración, los compromisos asumidos....

que se mezcle el vacío, con el esmero por lograr ver que sobran los motivos para -una vez más- volver a levantarnos de la cama.

Lo más difícil del duelo es aprender a correr llevando en las manos cristales mientras atravesamos un río de piedras.

A mí, el cuerpo y el alma me piden bosque, mar, árbol, agua.... adentrarme en la naturaleza hasta que nada duela y hasta que pueda sentir la respiración de mi hijo mayor en el pulso de toda la tierra.

A mi la vida me pide que prepare la fiesta de cumpleaños para los que quedan, que me asegure que el grifo no pierde y que no falta papel higiénico en la cesta.

Nadie nos prepara para el esfuerzo que implica mantener la alegría, la ilusión, las ganas.

Qué decisión valiente y trabajosa: quedar presente."

Suspensión temporal de la rutina, cambios dirigidos a curarnos las heridas, tener tiempo para sentir lo que tengamos que sentir, pedir ayuda ….. cuidarnos…, dejarnos cuidar…., porque en realidad somos nosotros los que necesitamos descansar en paz.

2º día: La alquimia sanadora del Amor

Antes de entrar en el terreno de la transmutación, veamos cómo la visión espiritual de nuestra Existencia nos ayuda a comprender nuestra forma de vida a través de una visión que en la anterior sesión ya anticipamos:

Nacimiento como puerta de entrada a la dimensión material y muerte como puerta de regreso a la dimensión espiritual.

Estamos involucrados y comprometidos por voluntad propia en lo que en términos espirituales se conoce como “La rueda de la vida”, nosotros somos su centro y a través de nuestra energía decidimos desear, percibir y experimentar a través de ciclos, movimientos o giros que nos conducen de forma secuencial de una dimensión a otra.

Esto es simbolizado por una figura llamada Uroboros que representa a una serpiente que se muerde la cola, un símbolo de lo que se conoce como el eterno retorno.

El despertar o iluminación espiritual pasa por salir de la rueda y recordar nuestro verdadero hogar, que es la Unidad con la fuente creadora Padre-Madre-Vida. Ser consciente de esta realidad no nos despierta, pero sí nos ayuda a dirigir nuestra mente hacia el recuerdo y por fin, hacia su Conocimiento o experiencia de la Unidad.

Pero no olvidemos que la fuerza extraordinaria que permite que todo esto suceda, no es otra que el Amor. El Amor sana y mueve el mundo. Ser conscientes del Amor que nos rodea y nos sostiene es lo que hará posible que el proceso de duelo sea trascendido o perdonado, es lo que posibilita la generosidad necesaria para dejar ir a nuestro ser querido.

Debemos aprender a observar la belleza que hay detrás de cada lágrima, porque hablan del Amor que sentías y reconforta al alma del que es llorado porque tiene quién le llore, quién le recuerde, quién le convoque y le pida consejo……

Anécdota del maestro zen

Marpa, el cruel instructor del santo tibetano Milarepa, enseñaba el desprendimiento afirmando que todo era ilusión. Un día murió su hijo. Marpa comenzó a lanzar sollozos desgarradores. Sus discípulos, asombrados, le dijeron: «Pero, maestro, ¿por qué llora usted, si todo es una ilusión?». El gurú respondió: «¡Es que mi hijo era la más bella de las ilusiones!».

A diferencia de lo que en el mundo se cree, el vínculo afectivo no se rompe con la muerte, simplemente cambia de forma, pues que la persona no esté aquí no significa que haya dejado de existir. Es a través de esta idea, de esta forma de ver esta situación, que sucede la alquimia del Amor, pues convertimos la ausencia en una presencia plena, amorosa, e incluso, protectora.

Activación de la presencia Cuando abandonas la resistencia a la ausencia, aparece la presencia de una paz y una gratitud inmensas, un bienestar que poco a poco, día a día, te reconforta porque hiciste lo que buenamente pudiste hacer. La tristeza por los cambios ineludibles no tiene el poder de impedirnos ser feliz, sino que al contrario, abrazarla nos permite disfrutar más de aquello que nos rodea. Este mundo es pasajero, en él nada perdura, sin embargo la realidad de nuestro Ser no pertenece a este mundo, sino al Hogar que con paciencia infinita, aguarda nuestro regreso o despertar.

Kintsugi: el arte japonés que repara lo dañado enalteciendo las imperfecciones

Más allá de ser un arte milenario, es una filosofía de vida… porque lo dañado tiene una historia digna que contar.

Si se rompe una pieza de cerámica, los japoneses, en lugar de tirarla a la basura; la reparan con esta técnica ancestral y además pintan de oro las grietas para destacar las imperfecciones. La apariencia del objeto se vuelve incluso más atractiva y además vuelve a ser útil.

Los japoneses plantean que las roturas o los daños que padecemos, cuentan nuestra historia particular, y esto la hace único, especial, más fuerte y hermosa, porque nos convierte en un “guerrero del camino”, por lo que las cicatrices del objeto deben enaltecerse y mostrarse en lugar de ocultarse, para manifestar así su historia y transformación.

No se trata de arreglar ni perfeccionar, sólo restablecer su plenitud y dotar de mayor fuerza, reconocer las heridas, aprender a sanarlas con dedicación y cariño y por último, celebrarlas y trascenderlas.