PACÍFICA-MENTE La Magia de la Gratitud 06 05 24

 

LA MAGIA DE LA GRATITUD 6 de mayo de 2024

    Ahora tenemos claro que nos encontramos en un lugar de paso y que el método para disfrutarlo no es otro que poner conciencia.

    Comenzamos a trabajar para deshacer toda esa ignorancia que hemos ido acumulando a lo largo de los años y que hemos visto convertida en una carga que nos pesa incluso físicamente. Y ese trabajo no se hace en el ayer ni en el mañana, sólo se puede hacer en el presente. Es por eso que Atisha nos dice: “Al principio y al final hay que hacer dos cosas”, referiéndose al principio y al final de cada día.

    Cada día es una vida, y debemos iniciarlo y finalizarlo poniendo toda la conciencia posible, con esa actitud meditativa que estamos propiciando con intención y atención. Así que lo primero de la jornada debe ser un pensamiento de gratitud por la extraordinaria oportunidad de un día más, porque la vida está confiando en ti y todavía estás a tiempo de seguir evolucionando.

    Y lo último de la jornada, también un pensamiento de gratitud por todo lo experimentado, sin juicio alguno, sabiendo que cada evento ha sido un reto que si hemos sido conscientes, hemos sabido aprovechar, sumar a nuestro aprendizaje. Y si no ha sido así, si no hemos tenido éxito con nuestro propósito, agradecer el fracaso como parte necesaria en el camino, pues lo contrario al éxito no es fracasar, sino la inmovilidad, lo que vemos como fracaso sólo es un paso más hacia nuestros propósitos.

    Y hazlo siempre, pase lo que pase, porque quién es capaz de agradecer incluso cuando le va bien, es afortunado. Acordarse de lo divino en la tempestad es lo ordinario, hacerlo en la calma, es algo extraordinario.

    Para los sufistas la palabra oración es sinónimo de conciencia; es decir considera la oración como algo a tener en mente a cada instante, no sólo cuando estamos en aprietos y por tanto, algo a realizar desde el Amor y no desde el miedo. Ellos hacen de cada momento una oración, una meditación…, esto es vivir en actitud meditativa.

    Y por supuesto, si te distraes, si ves que en algún momento no has sido consciente o compasivo, trátate bien, no te sientas culpable. Cuando Jesucristo nos insta a arrepentirnos nos insta a mirar hacia atrás y hacer recuento, no a fustigarnos (en arameo arrepentimiento significa mirar atrás y en griego “metanoia”: meta después, noia pensar).La constancia en realizar este ejercicio nos ayudará a aumentar nuestra conciencia.

    Y “Sé paciente ocurra una u otra cosa”, observa y confía…, aprende a disfrutar del proceso sin prisas ni agobios. “Observa dos preceptos, incluso si con ello arriesgas la vida”, aquí Atisha se nos pone intenso e incide en que la conciencia y la compasión son tan valiosos para el Ser que sin ellos, no merece la pena seguir viviendo, pues estas dos cualidades son las que le dan sentido.

    “La vida sólo tiene sentido si puedes cantar la canción de lo eterno, si puedes liberar algo de la fragancia divina, de la fragancia de Dios; si puedes convertirte en una flor de loto que no conoce la muerte ni el tiempo. Si puedes convertirte en puro amor, si puedes embellecer esta existencia, si puedes llegar a ser una bendición para esta existencia, sólo entonces es significativa la vida”.

    En realidad, lo que se deduce de esta preciosa afirmación es que el sentido de la vida no viene dado desde fuera, sino que lo tenemos que crear cada uno de nosotros desde nuestra libertad y nuestro centro. Así es como te unes al Amor y en Unidad, te vuelves un co-creador con el Universo.

    Hay un dicho que dice que “quién no vive para servir, no sirve para vivir”, y es que en el dar hay mucho contenido. Dando es cómo activas aquello que deseas recibir, es cómo comienzas a crear esa felicidad, ese ambiente agradable y pacífico que no aparecerá como por arte de magia, sino que surgirá de tu actitud servicial, agradecida y desinteresada.