PACÍFICA-MENTE Feliz Navidad 21 12 20

 

FELIZ NAVIDAD          21 de diciembre de 2020   

                                     

          La palabra Navidad procede del verbo “nacer”, nos deseamos feliz Navidad pero no comprendemos el significado profundo que esta celebración pretende transmitir. La semana pasada finalizamos así: Recuerda (quién eres), Regresa (a tu Ser), Renuncia (a lo mundano) y Re-nace (al Amor).

          El re-nacimiento, el “nacer de nuevo” implica una muerte previa, un “morir del ego”, del miedo, que procede de la liberación que aporta una Renuncia sincera a tus viejas percepciones, tu vieja mentalidad, esa manera de ver el mundo que te aleja del otro, que te aísla y te hace sentir carente y limitado, dependiente.

LIBERTAD O ESCLAVITUD La renuncia o liberación del viejo mundo requiere humildad y valentía, implica el abandono de un hábito que nos ha esclavizado: el orgullo. Cuando vives enfocado en lo externo es fácil identificarte con lo que tienes, o lo que te sucede, el deseo de ser especial se filtra en tu psique y te empuja a envanecerte por cuestiones tan pueriles como tu procedencia, tu físico, tu inteligencia, tus méritos académicos o profesionales…., de forma que olvidas tu naturaleza espiritual y eterna y ésta pasa a tener una dimensión tan materialista y limitada que no hay sitio para lo que en realidad eres.

          Desde que llegamos al mundo se nos instruye para ello, y sin apenas darnos cuenta acabamos presos de esas creencias arraigadas en ideas competitivas y excluyentes, hasta el punto, de que incluso cuando somos desprendidos y generosos, también nos sirve de excusa para enorgullecernos y creernos “especiales” o “mejores” o “dignos” de recibir el elogio y el aplauso ajeno. Precisamente la libertad consiste en no prestar atención ni al desprecio, ni al aprecio, en equilibrar nuestra conducta a nuestra medida no a la de los demás, dejar de esperar recompensas o de temer represalias. Ser libre pasa por amarse y respetarse y para ello, lo vital es conocerse uno mismo.

          La esclavitud nos atrae, nos reconforta porque en ella nos sentimos seguros. Actuamos por imitación, seguimos tradiciones y rechazamos las de otros por absurdas, nuestra acción se vuelve mecánica, no hay espíritu ni convicción, sólo convenciones sociales y rituales ineludibles.  Liberarse da miedo, nos resulta peligroso, incómodo, hay que soltar esas “riquezas” que nos han atrapado desde niños y abrazar un “tesoro” que sólo se encuentra en nuestro interior. Nadie nos aplaudirá, ya no convenceremos, ni tendremos razón, simplemente la felicidad y la alegría habrán ocupado el sitio del orgullo, se habrá desvanecido toda vanidad.

          Comencemos a crear nuevos hábitos, cambiemos la ira por la dulzura, la mentira por la sinceridad, la envidia por la admiración…., dejemos de apegarnos tanto a lo que consideramos bueno, como a lo que percibimos como malo, soltemos de una vez la ilusión y comencemos a vivir en coherencia con lo que somos.

DESAPEGO Renunciar a la ilusión no es más que aprender el desapego, constatando que la verdadera naturaleza de las cosas materiales a las que tanto nos aferramos, es ilusoria. Que el mundo en el que vivimos es la creación de una mente separada que en la forma, experimenta todo aquello que por contraste, le devolverá de nuevo a su verdadero hogar.

          Para emprender el camino del re-nacer, para regresar al conocimiento de uno mismo, del Sí mismo, es necesario comprender la naturaleza del mundo que vivimos porque mientras consideremos que es real aquello que es transitorio y no permanece, no podremos renunciar a el en favor de la verdad eterna e inmutable,  de lo que somos. 

        Feliz Re-Nacer, nos despedimos del viejo mundo de miedo y abrazamos el Amor que tenemos y nos sostiene, el Amor que Es y que Somos. Un Nuevo Mundo ha nacido.

FELIZ NAVIDAD