PACIFICA-MENTE Entusiasmo 18 01 21

ENTUSIASMO 18 de enero de 2021

La palabra “entusiasmo” procede del griego enthousiasmós, que etimológicamente significa “rapto divino” o “posesión divina”. La idea que subyace es que cuando nos entusiasmamos, una energía divina entra en nosotros y se manifiesta a través de nuestra persona. Según los griegos, esto les ocurría a los poetas, a los profetas y a los enamorados….

Quizás un modo de entrar en ese estado de arrobo o entusiasmo, sea la conexión con nuestro Ser interior, que es de lo que hablamos en el encuentro anterior. Unirnos a un poder llamado Intención que nos sostiene y asiste con el fin de recuperar el vínculo con esa Inteligencia amorosa universal, gracias a la cual nuestros pensamientos se elevan a un nivel ajeno a las tribulaciones del mundo, ésas que nos distraen, perturban o incluso, como decía Carlos Castaneda, nos aturden.

Vivir sabiendo que la Fuente o Causa primera está presente y que el vínculo con ella sigue vigente, es un despertar a una consciencia que entusiasma y proporciona la fuerza y energía necesarias para sobrellevar los diversos avatares que esta vida material con seguridad, nos va a deparar.

Esta fortaleza ante las vicisitudes es fuente de entusiasmo y alegría. Pero en la época actual parece que el entusiasmo está reservado sólo a los niños o a los locos…, ni siquiera se les permite a los poetas o a los enamorados exhibir su euforia y maravilla ante lo cotidiano. Parece que la Belleza es cosa de insensatos y que estar “despierto” o “vivo” es patrimonio de la infancia.

ASOMBRO El asombro es un don, una capacidad impresionante de mantener ante los procesos rutinarios que ineludiblemente se repiten en nuestras vidas, una actitud de reverencia absoluta hacia todo lo manifestado. La reverencia es la dignidad innata que ostenta la creación, reconocer su grandeza es honrarla y ello no exige grandes ceremonias, ni rituales o sacrificios varios…, sólo mantener la conciencia de su existencia.

Ver belleza en lo cotidiano; no dar por hecho aquello que por costumbre parece obvio, dar gracias por esas pequeñas cosas o gestos que hacen de la vida, la bendición que en realidad es; apreciar los pequeños detalles que nos rodean cada día: el agua caliente, el abrazo de tu hijo, la sonrisa de una amiga…..

ATENCIÓN Y sobre todo, prestar atención, mirar con los ojos abiertos, el corazón abierto, abrazar con nuestra mirada todo el espacio que nos rodea, ese vacío pleno de oxígeno que nos llena los pulmones, que renueva nuestra sangre…., sentir plenamente lo que sentimos, sin juicios, asumiendo nuestros errores y aprendiendo a lidiar con ellos desde la emoción más hermosa: el Amor. No dejar sitio para el miedo, sin temores, sin rencores, llenando nuestra vida de pensamientos que acogen y bendicen, constatando el poder que emana de una mente sana y amorosa.

ADMIRACIÓN El entusiasmo en definitiva, es una disposición a admirar, a ver más allá de lo que nos indican los sentidos, viendo lo sagrado en lo cotidiano, actuando de forma que hasta la actividad más sencilla se convierta en un acto de Amor inmenso. A esta actitud Theilard de Chardin, la denominaba “El medio divino”.

Teresa de Calcuta hablaba de “Hacer pequeñas cosas con gran Amor”, y en relación con el entusiasmo, el asombro, la atención y la admiración, no puede ser más apropiada.

Otro genio en relación a este tema afirmó: "Hay dos maneras de vivir la vida: Una como si nada fuera un milagro, la otra como si todo fuera un milagro" Albert Einstein