PACÍFICA-MENTE Simplifica tu vida 07 02 22

 

SIMPLIFICA TU VIDA                                              7 de febrero de 2022

    Puede parecer que nuestras vidas son complicadas. En ocasiones se nos amontonan los sucesos, no sabemos por donde empezar y todo nos resulta complicado y caótico. Abordar esta sensación que nos produce ansiedad y estrés es una cuestión que inevitablemente pasa por revisar nuestro estado interior.

    Identificar y comprender nuestras limitaciones, nuestros apegos y temores, todas esas ideas que aprisionan nuestra mente y la llenan de un ruido imparable, es el primer paso para comenzar a percibir la sencillez que en realidad, se esconde tras tanta algarabía.

    Estamos poseídos por una mente que se complica continuamente, que se deja llevar por un torrente ingobernable de pensamientos y que además, se siente impotente ante tanta actividad.

    Liberarse de ese flujo incontrolable es el primer paso hacia la sencillez y esto pasa inevitablemente por aprender a pararse, mirar hacia dentro y prestar atención para comenzar a escuchar y discriminar entre tanta cháchara mental. La mejora de nuestra calidad de vida implica esta pequeña y a la vez, gran decisión.

    Pero no se trata de una decisión de aislamiento y bloqueo de lo exterior, sino que al contrario, debe integrar la observación serena y neutra de lo que acontece afuera ya que ello nos va a proporcionar pistas y señales para mejorar la comprensión de ambos fenómenos, los externos y los internos.

    Pero este proceso de aquietamiento, silenciamiento, observación…, de “darnos cuenta”, no estará completo si no somos capaces de conferir honestidad al mismo. Ser completamente sinceros, sin negar ni rechazar lo que se despliega es lo que va a permitirnos alcanzar el sosiego y la fortaleza de afrontar y de esa forma, trascender toda esa oscuridad que puebla nuestro mundo psíquico y nos impide expresarnos desde esa sencillez y simplicidad que sólo puede otorgar la verdadera honestidad.

    La honestidad limpia nuestra mente y nuestro corazón, alivia la carga que nos hemos impuesto al juzgar, al culpar o culparnos, al rechazar y condenar…, nos ayuda a cambiar de enfoque para comenzar a prestar atención a lo que realmente nos debe interesar y nos hace bien.

    Entre las muchas cosas que nos convienen, hay una que es fundamental, se trata de la idea del presente como único escenario posible de nuestra experiencia, un presente liberado que lejos de fluctuar, sólo se centra en el instante fresco, nuevo y joven del ahora.

    Estar plenamente instalado en el aquí y ahora es garantía de sencillez y simplicidad y nos proporciona la entereza necesaria para hacer frente a cualquier influencia o presión externa que aparezca en nuestro campo de percepción. Esta capacidad de respuesta es posible porque nuestra receptividad es total y se ha despejado de concepciones mentales, ya no alberga prejuicios, ni miedo, sólo acoge cada experiencia y desde la libertad, otorga la respuesta que desde el corazón le surge.

    Cuando nos instalamos en el corazón de lo que en realidad somos, la única ambición posible es Ser. Ahora todas las luchas, todas las batallas pierden sentido, pierden valor, pierden fuerza…., todo es puesto en su lugar y ya no te dejas llevar por objetivos que ni son auténticos ni perduran en el tiempo. Comprobamos que no nos aportan ni nos quitan nada que afecte a nuestra verdadera esencia.

    Nos hemos vaciado de agitación, de deseo, de aversión, de búsqueda egocéntrica, de reconocimiento, de autoridad…., sólo nos deslizamos por el mundo suavemente, flexiblemente y ahí comenzamos a recibir, a escuchar, a disfrutar desde la inocencia y la frescura que todo lo permite y acepta, sin restricciones.

    Desde esa humildad que ignora la necesidad del ego de ser especial o importante, simplificamos nuestra vida que en honestidad, comienza a reflejar lo que siempre fuimos.