MANIFIESTO PARA LA CASA DE ZITAS
Ayer, 11 de mayo, en un arrebato lírico, me dirigí a la página de "La Casa de Zitas" de Zaragoza, un espacio cultural abierto a los encuentros más poéticos, literarios, musicales..., en fin un lugar donde poder compartir vivencias cuya vocación es precisamente esa, ser compartidas. Les he propuesto presentar allí un poemario que escribí durante la pandemia y que está publicado en este blog titulado "Poesías para quedarse: Diario de un confinamiento".
Allí puede leerse el Manifiesto firmado por Pepe Montero que de algún modo, representa el espíritu del grupo que encabeza este increíble proyecto. Dice así:
MANIFIESTO
Somos feos, perdedores y perecederos;
olemos mal, el mundo cotidiano huele mal.
Somos fríos,
témpanos holgazanes
que si tuviéramos que pensar para respirar,
nos asfixiaríamos.
Somos vulgares, somos patéticos, somos injustos.
Somos insignificantes...
Somos durmientes esperando el beso que despierta la conciencia,
y con ella, la emoción,
y con la emoción
el milagro de perseverar en la duda
y con la duda y su fluido,
el arte.
(Pepe Montero)
Me resultó por lo menos, curioso y original, y de repente, pensé: "esto merece ser transmutado...".
No es un contramanifiesto, ni un llevar la contraria porque sí, es sólo un detalle de reconocimiento y admiración hacia este colectivo que ama la poesía y la difunde. Ahí lo dejo, con todo mi respeto y amor,
MANIFIESTO PARA LA CASA DE ZITAS
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