PACÍFICA-MENTE No estás sola 21 12 22

 

NO ESTÁS SOLO 21 de noviembre de 2022

En el encuentro anterior surgió la frase de Cristo: “En Él nos movemos, existimos y Somos”, se trata de una conclusión a la que podemos llegar cuando alimentamos la conciencia de plenitud, de Ser completo que se sabe abundante, que intuye que nada puede faltarle y que por tanto, nunca puede estar sólo.

La idea de soledad es totalmente relativa, no la percibimos del mismo modo, sino que nuestra visión sobre ella, depende del punto de vista que adoptemos frente a una sensación de las que unos huyen y que sin embargo, otros abrazan sin más.

Cuando percibes y sientes que el Universo está en ti y tú en Él, adquieres una confianza y una seguridad que son ajenas a este mundo, pero que no son ajenas a tí. Debemos por tanto, intentar abrazar esta nueva premisa en nuestro particular camino espiritual: NO ESTÁS SOLA

    Cuando decidimos explorar nuestra dimensión interior, cuando a través de la meditación, la introspección, el ahondamiento en nuestro ser, el cual es mucho más que cuerpo y esqueleto, que mente y pensamiento…, es común a todos el nacimiento de la intuición de aquello que se ha venido a conocer como “Presencia”.

    La Presencia, que en UCDM es conocida como Espíritu Santo, es el mediador entre tu pequeño yo o ego, y el Ser de Luz que vive escondido en todos y cada uno de nosotros. Nuestro verdadero Ser espera con paciencia infinita la decisión particular del ego (cuyo pensamiento más elevado es el de entender que hay otra forma de pensar y de vivir) para que lo extraiga de las profundidades de nuestra conciencia.

    Una vez que desde el pensamiento de miedo que nos gobierna, somos capaces de parar y prestar atención, seremos capaces de escuchar esa “llamada” al Amor que la Presencia está emitiendo desde el principio de los tiempos, porque “Todos somos llamados pero sólo algunos eligen escuchar”.

    No existe una élite espiritual, ni una fraternidad oculta y misteriosa que porte el sello de la divinidad y sea la custodia de la sabiduría ancestral. No hay ningún maestro ahí fuera que te elija como discípulo para mostrarte las enseñanzas metafísicas vetadas al populacho….

    Todas esas historias son inventos del ego para reservarse el honor, la gloria y el boato que desde siglos se asocia con la espiritualidad. La espiritualidad es patrimonio de la humanidad, es nuestro derecho de nacimiento, nos pertenece por ser simplemente lo que somos y no deberíamos dejar en manos de “autoridades externas” nuestro crecimiento y desarrollo como Seres de Luz.

    Es nuestra herencia y consiste en la conciencia de una Presencia que nunca nos abandona, que nos acompaña allá donde queramos ir, que nos recuerda donde se hallan las cosas que verdaderamente importan, que nos enseña a discernir y a saber qué nos conviene, que nos reconcilia con la identidad que aguarda más allá de este mundo.

    Cuando eres consciente de esta compañía silenciosa, que respeta tus tiempos, que se compadece de tus errores y se ofrece a recibirlos para corregir aquello que desde el ego no has aprendido a soltar. Cuando eres capaz de ENTREGAR, de reconocer que no puedes con todo y aprendes a apelar a esa divinidad que vive en ti, las respuestas no tardan en llegar, tal vez no de la forma que tu pequeño yo esperaba, pero sí de forma que entienda que al final, todo ha sido para tu crecimiento, bienestar y fortaleza.

    No es posible la soledad, sólo la desconexión y eso sólo depende de tí.