CELEBRACIÓN "Una nueva mirada en la relación padres-hijos" 15 12 22

 



    La Divina Generosidad le entregó a vuestros hijos una llave que les permitirá acceder a la felicidad de Ser Quiénes Son. La Divina Generosidad os entregó a vosotros progenitores, el tesoro de la paternidad/maternidad, para que alentéis la búsqueda de esa llave en vuestros hijos, para ayudarles a encontrarla y de ese modo, realizar su verdadera Identidad en este mundo, que no es otra que la Felicidad.


    Hoy nos hemos encontrado en el Gabinete Psicos de Zuera. Cristina Bordonaba nos ha proporcionado un acogedor entorno para celebrar un encuentro sobre la relación padres-hijos con el fin de mostrar un nuevo enfoque en el que la gratitud, la atención, el cuidado y la confianza, nos van a ayudar a mejorar nuestra actitud ante los problemas cotidianos. 

    A través de poner en cuestión creencias limitantes en torno a la educación, vamos a propiciar una mirada amorosa, una paciencia infinita que nos llevará a caminos más cómodos, felices y pacíficos. Feliz paternidad/maternidad para todos y muchísimas gracias por acompañarnos. Ellos lo merecen, nosotros también. Gracias Siempre.

Aquí tienes el enlace para escuchar el audio de este encuentro:

https://go.ivoox.com/rf/99923246


A continuación se muestra el material que completa el folleto del encuentro:


PRESENTACIÓN

PROPÓSITO DE ESTE ENCUENTRO:

      Descubrir que existen recursos de origen espiritual que nos pueden ayudar a mejorar la relación con nuestros hijos y a sentirnos más felices y  satisfechos en nuestro papel como padres.

          Ejercer una paternidad activa y responsable, capaz de responder adecuadamente a las situaciones que inevitablemente aparecen en nuestra vida familiar.

PROPUESTA:

El objetivo – Mejorar la relación paterno-filial.

Gibran Khalil Gibran: “Tus hijos no son tus hijos, son hijos e hijas de la vida, deseosa de sí misma”

3 premisas, 3 herramientas: GRATITUD, ATENCIÓN Y CONFIANZA

Los medios – Cuestiona tus creencias y hábitos educativos

Gibran Khalil Gibran: “Puedes darles tu amor pero no tus pensamientos”

El para qué nuestros pensamientos y acciones.

Tus aliados: Visión amorosa, paciencia y confianza.

Luis Pescetti: “No es sencillo dar al mundo algo con brillo. Y nos pide esa tardanza sólo amor y confianza”

2 recursos muy efectivos para ofrecer a nuestros hijos

Los resultados - ¿Cómo te sientes y cómo les haces sentir?

Gibran Khalil Gibran: “Deja que la inclinación, en tu mano de arquero, sea para la felicidad”

 

“La felicidad es más una cuestión de identidad que un propósito”

Sophí Kara

  

Tus hijos no son tus hijos,

son hijos e hijas de la vida,

deseosa de sí misma.

No vienen de ti,
sino a través de ti,
y aunque estén contigo,
no te pertenecen.

Puedes darles tu amor,
pero no tus pensamientos,
pues ellos tienen sus propios pensamientos.

Puedes abrigar sus cuerpos,
pero no sus almas,
porque ellos
viven en la casa del mañana,
que no puedes visitar,
ni siquiera en sueños.

Puedes esforzarte en ser como ellos,
pero no procures hacerles semejantes a ti,
porque la vida no retrocede ni se detiene en el ayer.

Tú eres el arco del cual tus hijos,
como flechas vivas,
son lanzados.
Deja que la inclinación,
en tu mano de arquero,
sea para la felicidad.

Khalil Gibran, poeta, filósofo y artista libanés

 

Mariposa, a tu boda,
llegas tarde, es la hora.
Las campanas ya sonando
y tu novio está esperando.

Si la novia no se apura,
dice muy nervioso el cura,
yo me salto el protocolo
y lo caso al novio solo.

Pero llega, azul y lenta,
y sus alas son tan bellas
que ofició uno que pudo
pues el cura quedó mudo.

Moraleja: no es sencillo
dar al mundo algo con brillo.
Y nos pide esa tardanza
sólo amor y confianza.

© 2016 Luis Pescetti

 

El objetivo – Mejorar la relación paterno-filial.

Gibran Khalil Gibran: “Tus hijos no son tus hijos, son hijos e hijas de la vida, deseosa de sí misma”

Siempre que pretendemos mejorar una relación con el “otro” es inevitable tener que volvernos hacia nosotros mismos porque tal y como yo me veo, es como veo a los demás, tal y como yo me trato es como trato a los demás, es importante darnos cuenta de esta dinámica porque “darse cuenta” de nuestros errores con nosotros mismos, nos hará conscientes de los errores que cometemos con los demás.

Desde la perspectiva espiritual hay premisas básicas que debemos tener en cuenta como punto de partida para trabajar nuestro comportamiento.

No son dogmas de fe, ni hay por qué estar de acuerdo con ellas, pero sí que se requiere cierta apertura y confianza para “atreverse” a probar su efectividad. Es en la experiencia donde iremos cosechando certezas sobre los métodos que usamos, si nos funcionan o no.

En esta ocasión os voy a proponer el uso de tres premisas básicas:

1º Los hijos no son una propiedad, sino un tesoro. Nosotros somos los afortunados custodios temporales de dicho tesoro en tanto dependa de nosotros. Una vez ha crecido en independencia y responsabilidad, debemos dejarlo ir…., darle libertad y confianza…. Esta premisa nos lleva a la GRATITUD.

2º No podemos dar lo que no tenemos y para tenerlo, tenemos que dárnoslo. Amor, libertad, confianza, autoestima…., si yo no lo he cultivado en mi va a ser difícil que lo pueda transmitir a mis hijos. De este modo, es necesario el CUIDADO y la ATENCIÓN

3º Los niños no tienen problemas. Todas las enfermedad, afecciones, dificultades que manifiestan proceden de su clan. La procedencia puede deberse a programas de su árbol familiar, o problemas no resueltos de sus progenitores. No se trata de culpar a nadie, sino de hacernos conscientes de cómo los niños somatizan y responden a la oscuridad no resuelta de sus padres y antepasados. Este tercer punto nos lleva a comenzar a activar la CONFIANZA como recurso. (Se recomienda la lectura del libro "La ley del espejo" de Yoshinori Noguchi.

Los medios – Cuestiona tus creencias y hábitos educativos

Gibran Khalil Gibran: “Puedes darles tu amor pero no tus pensamientos”

            Educar a un niño no es tarea fácil. Traemos de serie creencias limitantes, ideas y experiencias que vivimos en nuestra infancia y que si no ponemos conciencia, tenderemos a repetir a pesar de que sabemos que no funcionan.

            Entre el autoritarismo y el consentimiento o la irresponsabilidad, hay lugares intermedios donde todos vamos a estar más cómodos.

            A ser padre se aprende día a día, nuestros hijos vienen a sacarnos de nuestra zona de confort para regresarnos a lugares que creíamos haber dejado atrás. Tenemos que empezar a cuestionar ciertos métodos y pensamientos que se han quedado obsoletos. Los hijos no vienen a reafirmarte ni a realizarte, no son instrumentos para aumentar tus deseos egoicos, no vienen al mundo para complacerte ni cumplir tus expectativas, sino para realizarse desde su propia identidad.

            Su ira, su tristeza, su rebeldía de algún modo reflejan la propia y debemos aprender a situarnos por encima de todo ese drama y esa confusión para verlos desde una perspectiva más calmada y reflexiva, de forma que no reacciones sino que actuemos ante las diferentes demandas y retos que nos van a plantear.

            Evitar la dinámica reactiva, ser un espejo que repite los errores en vez de canalizarlos hacia lugares más confortables. Pedir ayuda si es necesario, aprender que hay técnicas para distraer y reconducir comportamientos que no deben ser tolerados ni permitidos.

Tus aliados: Visión amorosa, paciencia y confianza. Luis Pescetti: “No es sencillo dar al mundo algo con brillo. Y nos pide esa tardanza sólo amor y confianza”

 Dos recursos fundamentales en el acompañamiento de los menores:

- Mirada apreciativa o amorosa: ver en ellos su potencialidad, saber que a pesar de las aparentes dificultades que les surgen, todos esconden unos valiosos dones que debemos aprender a apreciar y considerar.

La visión de los padres inciden directamente en la autoestima del niño. Es fundamental lo que les podemos transmitir sólo con nuestra mirada y nuestra actitud

 

- Paciencia y confianza: los niños no son máquinas, no funcionan todos igual. Cada ser posee su tiempo de maduración y forzarle o hacerle sentir inferior por no alcanzar el ritmo del grupo es un error que produce muchas heridas.

            El respeto es fundamental en toda relación, y los niños son muy sensibles en cuanto a estas cuestiones. Una mala gestión a la hora de afrontar su evolución puede producir mucho estrés, ansiedad, depresión y ello derivará en disminución de sus capacidades intelectuales porque si crees que no vales, que no tienes remedio, que…., al final te lo crees y lo creas. Si tu estilo educativo no ha sido adecuado, PUEDES CAMBIARLO, tu hijo lo percibirá y sabrá que es posible vivir sin necesidad de luchar.

Los resultados - ¿Cómo te sientes y cómo les haces sentir? Gibran Khalil Gibran: “Deja que la inclinación, en tu mano de arquero, sea para la felicidad”

          Hemos lanzado una flecha, hemos traído al mundo a un ser con unas capacidades inmensas para ser feliz,  ser y sentirse útil, amado, amable, inteligente, independiente, fuerte…, cualidades todas ellas que se irán desplegando con el aliento de las personas que lo custodian desde el día de su nacimiento.

    La importancia de nuestro aliento, de nuestra inclinación, de lo que pensamos acerca de nuestros hijos es crucial para que su desarrollo se desenvuelva en un espacio abierto, de confianza y seguridad, de respaldo y amor incondicional.

 Para saber si lo estamos haciendo bien sólo tenemos que preguntarnos cómo nos sentimos, como se sienten ellos. La sonrisa mayúscula, la mirada serena, el corazón agradecido, un ambiente familiar donde los conflictos y los problemas se resuelven desde el Amor, sin prisas, sin ruido, sin agresión de ningún tipo. Una familia pacífica y amorosa donde el perdón está presente para corregir todos los errores que unos y otros podemos cometer.


Gracias Siempre. Sophí Kara


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