SENDEROS DE LUZ - La Senda del Unicornio 25-3-20
SENDEROS DE LUZ
El pasado lunes 23 grabé
para los compañeros del grupo Pacífica-Mente unas pocas palabras que si bien,
son sólo palabras, aspiran a ser aceptadas, comprendidas, y de algún modo,
puestas en acción. Las palabras nos sirven para comunicar ideas, pero las ideas
hay que vivirlas, hay que experimentarlas, para ello necesitamos apertura,
voluntad, perseverancia…, los frutos parecen ocultos, pero sólo necesitan
atención para manifestarse, intención y propósito.
Como hemos hablado muchas
veces, Un Curso de Milagros nos invita a desear la paz por encima de todo, pues
ese sincero y sencillo deseo es la semilla que si cultivamos, si cuidamos, si
alimentamos, nos regalará esos frutos de felicidad y amor que tanto anhelamos.
Las circunstancias
impiden que podamos reunirnos en la sala Camarera para disfrutar de los encuentros,
pero nada puede impedir que este mensaje siga presente, siga reclamando su
lugar en nuestras mentes.
Comencé el pequeño audio
de este lunes con un refrán popular que todos conocemos: “Al mal tiempo, buena
cara”, todos sabemos lo que significa, pero me gustaría proponeros dar un paso
más y que nos preguntemos ¿Qué es mal tiempo? ¿Existe el mal tiempo? ¿Los malos
momentos?, desde el principio de neutralidad que propugnamos en los encuentros,
podemos comprobar que nada es bueno o malo por sí mismo, sino que en la vida,
hay días de sol, días de lluvia, de viento, de nieve…., que todos son
necesarios, así como los momentos de alegría y los de tristeza. Esto conecta
con el cuarto principio del Kybalion, el principio de polaridad.
Asistimos a un mundo polarizado, los extremos
nos enseñan constrastes, opuestos…, sin embargo, en realidad, todo es el efecto
de una manifestación que se produce en nuestro interior. En nuestro interior
tenemos el poder de la alquimia, el poder transmutar todo aquello que observamos
en aprendizaje y bendición.
Se trata de
inclinar la balanza al lado que nos va a ofrecer consuelo, alegría,
determinación, fortaleza… Para recuperar ese poder que nos negamos, hay dos
recursos imprescindibles: ACEPTAR y NO JUZGAR, mientras sigamos aferrados a la
resistencia, al no querer reconocer que lo que vivimos es por alguna razón que
si bien, desconocemos, con el tiempo podemos llegar a entender; mientras nos
empeñemos en juzgar todo, en jugar al juego de la polaridad, del conflicto, nos
impedimos el acceso a esa piedra filosofal que no es otra cosa que la capacidad
de ver las cosas de otra manera.
La causa de nuestro
empeño en no reconocer tal capacidad, la capacidad de transmutar la oscuridad
en luz, procede de un ego que nos manipula, un ego que se niega a ver la luz
porque en el fondo sabe que así es como se supera el mundo, lo cual le da
miedo.
Tenemos miedo de vencer
el mundo porque creemos que nuestra supervivencia depende del mismo. Vencer el
conflicto del mundo es Paz, la Paz es Vida, dejemos de querer sobrevivir y
aprendamos a vivir de Verdad, en el Amor y la dicha, en la serenidad y la
confianza de que todo es para bien, de que todo es perfecto, de que más allá de
nuestras pequeñas miserias, existe un lugar donde siempre estamos a salvo: ese
lugar no está fuera, está dentro, es un estado mental llamado Cielo, es una
actitud llamada Paz, es una experiencia llamada Amor.
Me despido con un poema
de Sophí Kara, en el que nos anima a vibrar en frecuencias positivas, a
despertar a una conciencia donde somos libres, donde todo es posible. Hasta
pronto.
Vibrar,
Vibrar cada vez más alto,
En perfecta evolución,
Con la emoción cosida a las ganas
De vivir,
Vivir de verdad,
Sin miedo, sin dudas
En Paz
Vibrar,
Vibrar y despertar
De una vez dar el salto
Que implica la rendición,
La plena aceptación de una calma
Sin fin,
Un fin que es eternidad
Sin velos, que es dicha
Sin cesar.
Vibrar,
Vibrar para despertar
Para volar y Ser
En perfecta conexión
Con la dimensión amada
Y fluir, fluir sin pensar
En el vacío de una vida
En libertad.
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