PACÍFICA-MENTE Lealtad 12 04 21
LEALTAD 12 de abril 2021
Enlazamos con el encuentro dedicado a la satisfacción personal como un logro, un estado de felicidad resultante de la armonía y la coherencia con el Ser que es nuestra fuente y que compartimos, el Ser que en realidad somos.
Vamos a seguir indagando en esa idea a través de un concepto que merece ser revisado y puesto en su lugar: la lealtad. La lealtad es una virtud que la mayoría dirigimos hacia afuera, estableciendo compromisos con otras personas, organizaciones, ideologías…..
El firme adoctrinamiento que incluye la imposición de creencias desde la más tierna infancia es algo habitual en nuestras sociedades, hasta el punto de que desconocemos en muchas ocasiones, de donde proceden muchos de nuestros pensamientos, costumbres y actitudes.
La fidelidad al clan, a la tribu, al país nos es inculcado de forma que la capacidad de cuestionamiento y autocrítica resulta muy complicada sin que emocionalmente, nos sintamos culpables al sentir que estamos cometiendo una traición totalmente indeseable.
Sin embargo, es cierto que por mantenernos fieles a determinados círculos, acabamos actuando de forma totalmente opuesta a lo que nos dicta nuestra naturaleza interior, nuestra conciencia, que tarde o temprano, se revela como remordimientos, angustia y desazón.
De esa revelación que tarde o temprano, en todos se manifiesta, hemos de ser capaces de dar un salto a la rebelión, al inconformismo ante lo establecido y el cuestionamiento de aquello que en realidad, es impuesto desde fuera sin tener en cuenta nuestro criterio.
REVELAR Y REBELAR-SE Al revelarse nuestro dictado interior, al escuchar esa llamada silenciosa que nos habla de lo que para nosotros es válido o no, es cuando deberíamos “rebelarnos” y enarbolar la bandera de la lealtad, la verdadera lealtad que no mira afuera sino al interior de cada ser.
Estamos apelando a la lealtad hacia uno mismo, hacia lo que sentimos, hacia aquello que nos vibra, hacia la capacidad de darnos cuenta de que eso que fue establecido, sea cual sea el marco en el que se desenvuelva, no es nuestro camino.
Ser uno mismo en muchas ocasiones es un acto de rebeldía que en ocasiones, pone en riesgo nuestra propia vida, nuestra dignidad y razón de ser. La historia está marcada por tragedias que proceden de un especialismo exacerbado que separa a los seres humanos y los clasifica en categorías que se asocian a mayores o menores derechos y libertades.
Rebelarse ante lo socialmente impuesto puede desencadenar riesgos extremos pero es la única forma de ejercer una lealtad que está más allá de las fabricaciones de un mundo dual que se alimenta del conflicto y el miedo.
"Si
alguno viene a mí, y no odia a su padre ni a su madre,
a su
mujer y a sus hijos, a sus hermanos y hermanas
y hasta su propia
vida no puede ser discípulo mío".
(Lucas 14:26)
En
otras versiones bíblicas la traducción en vez de “no odia”,
dice “no aborrece”, sea como sea, es una frase muy dura que
contradice los mandamientos.
Según Anthony De Mello, esta frase no nos insta a odiar ni a aborrecer a la familia ni a la vida, simplemente nos invita al desapego, a dejar de aferrarnos a aquellos sin los cuales creemos no podríamos ser felices. Yo añadiría una noción más: revisa tus lealtades porque la validez de tus ideas no es dada por su procedencia, sino que serán válidas porque en ellas esté impresa la huella inconfundible del Amor y la Unidad.
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