PACÍFICA-MENTE Rendición y Redención 13 06 22

 

RENDICIÓN Y REDENCIÓN                                      13 de junio de 2022

    En el último encuentro hablamos de la confianza absoluta que resulta imprescindible para que en nosotros “suceda” esa transformación que a su vez, transformará nuestro mundo.

    Para alcanzar esa confianza, es preciso que abandonemos viejas y limitantes creencias, que soltemos aquello que una vez creímos nuestro, y concedamos PERMISO a lo que ES para que SEA, sin juicios, lamentaciones o por el contrario, con excesiva complacencia. Es decir, que nos vayamos liberando de las pasiones de apego/rechazo.

    A través de ese PERMISO, llegará lo que se conoce como RENDICIÓN, que en realidad, no se alcanza por voluntad propia, sino que al igual que la REDENCIÓN llega de un lugar que nosotros no controlamos, como consecuencia de una actitud completamente entregada y que bendice y abraza todo bajo una total ecuanimidad.

    Según Krishnamurti: “producir una duradera y fundamental redención del género humano, pasa por buscar más allá de la palabra, una revolución fundamental dentro de nosotros mismos”. No bastan las palabras y las grandes ideas, el discernimiento que vamos alcanzando gracias a nuestro deseo firme de felicidad, paz interior y Amor, debe ir acompañado de un profundo y revolucionario cambio interior, que implica necesariamente soltar y entregar todo juicio, una total RENDICIÓN.

    A través de ese cambio, que simplemente se podría entender como “una nueva forma de mirar”, nuestra intención se traslada a nuevas actitudes y acciones ante lo que acaece ahí fuera (pues ahora entendemos que todo viene a ser una manifestación de lo que nuestra inconsciente crea a partir de sus acuerdos, programas y paradigmas).

    Nuestras acciones siempre tienen consecuencias y lo fundamental en ellas es que procedan de una mente amorosa, inocente y completamente inofensiva, que lejos de pretender fortalecer su ego y su sensación de separación, procuren la extensión de eso que consideramos benéfico.

    A veces, incluso en esa consecución de lo que vemos bueno, no imaginamos cómo podemos llegar a afectar al otro, porque incluso las mejores intenciones pueden no ser bien interpretadas o recibidas. En todo caso, lo más importante es entender que en las relaciones donde debe primar la cooperación, es fundamental cultivar la capacidad de olvidarse de uno mismo para poder efectuar una entrega más verdadera y desinteresada.

    La redención sólo será posible tras la rendición y para llegar ahí, debemos dejar de engañarnos y ser absolutamente honestos con nuestras intenciones y “para ques”, renunciando de forma definitiva a ese personaje que desconectado de todo, convierte su vida en una continua lucha y conflicto, que pretende agarrarse a una seguridad frágil y precaria que nunca podría colmar todas sus expectativas, dado que el mundo en el que vive, no reúne las condiciones necesarias para evitar la incertidumbre.

    El autoengaño restringe nuestra inmensa capacidad de amar. Nos contamos historias sobre lo que está bien o está mal, nos reafirmamos en creencias que ni siquiera son nuestras y nos apegamos a resultados que en realidad, sólo convienen e interesan al yo reducido que se cree frágil y vulnerable.

    Aprendamos a renunciar y a soltar, a Rendirnos, porque así lograremos esa Redención que nos resucita a una Vida con mayúsculas que abocada a una paz y una felicidad que no son de este mundo, nos llevará más allá de el.