PACÍFICA-MENTE Un lugar de paso 29 04 24

 

UN LUGAR DE PASO                                              29 de abril de 2024

“Soy como un jinete que se cobija bajo un árbol y después sigue su camino” Mahoma

    Con esta afirmación Osho nos recuerda que el mundo no es un lugar de llegada para detenerse, sino que más bien es como un puente, un acceso al verdadero Hogar que nos corresponde por origen y es por eso que el primer sutra de este 5ª parte del entrenamiento mental del monje Atisha nos dice: “No te causes dolor por deleites espurios”.

    En busca del “tesoro” nos perdemos lo realmente valioso, aquello que sí nos ofrece la oportunidad de crecer y madurar, de desprendernos de toda esa carga artificial que lejos de proporcionar dicha, nos aleja de nuestro ser.

    Una ambición que nos roba la paz mental y la salud, que nos aleja de nuestras verdaderas necesidades, y que pasa de ser aliada a enemiga. Lo “espurio” es todo aquello que no va a perdurar y que además, no nos representa y es por eso, que tarde o temprano, nos va a causar un dolor innecesario.

    Hemos puesto toda nuestra fe en los lugares equivocados, hemos creído que los otros son los que nos iban a hacer felices, hemos pensado que si todo salía cómo deseamos, el mundo sería un Cielo y en caso contrario, un infierno. Todo forma parte de un engaño, una ilusión cuyas premisas tarde o temprano, nos van a llevar al dolor.

    ¿Y si comenzamos a perseguir otro tipo de “sabores”? Qué pasaría si nos enfocáramos en la sencillez del instante en que nuestra sed es saciada con agua fresca, en la belleza de un cielo amaneciendo, en la verdad que vive en lo profundo y lo elevado, en la conexión con esa conciencia que eterna te acompaña pasen los años que pasen…, en esa alegría interna de ser y hacer lo que te hace bien….

    Pero.., muchas veces postergamos ese momento de comenzar a profundizar y calmar nuestra mente, de hacernos responsables de nuestra felicidad ¿por qué?, porque nos hemos enredado en la red de la inercia, en una rueda en la que es más fácil buscar evasión, distracción, anestesia, hábitos tóxicos que si bien, en un primer momento, disipan el dolor, en realidad lo hacen más grande. Y lo que este sutra nos aconseja es precisamente lo contrario, que entremos en esa pena, que enfrentemos nuestra propia miseria, que vayamos a su causa y veamos que ésta siempre es ignorancia, y sabiendo esto, es cuando podrás liberarte de ella. Observa tu tristeza, tu miedo, sin juzgar, sin condenar, y esa misma mirada tiene el poder disolver toda esa miseria que antes se apoderaba de tu ánimo. Tras todas esas capas de oscuridad, acabarás hallando una Luz inmensa.

    Jesús dijo: “La Verdad te hará libre”, y no es una verdad que esté ahí afuera, la verdad eres tú, cuando en tu experiencia vital descubres quién eres en realidad y cual es tu función.

    La vida te va ofreciendo experiencias y todos esos errores en los que tarde o temprano, vas a caer, son oportunidades para entrar en ellos, para explorar sus causas y de ese modo, deshacerlas. La ira, la avaricia, la envidia, la pereza…, todas esas desviaciones de tu alma se irán realineando con la realidad de tu ser auténtico y libre.

    Y el método no es otro que tu mente despierta, una conciencia atenta y plena que situada en el presente, te va a informar de lo que en tu interior se moviliza para que desde el reconocimiento de lo incorrecto, puedas dirigirlo hacia esa verdad que aguarda desde siempre.

    El recorrido es el siguiente: No te distraigas con deleites espurios – No escapes de tu estado de aflicción sino que entra en él – Busca la verdad de tu ser – Tu conciencia es el método para lograrlo.

    Para todos los males que puedas imaginar, sólo hay un remedio: la conciencia, pues la causa de toda oscuridad, su raíz, es la insconsciencia, la ignorancia. Así que pase lo que pase, no lo reprimas, no lo escondas, eso lo hará más grande. Pon conciencia, míralo de frente y así es como lograrás debilitarlo.

Y por su fruto podrás saber si estás en la conciencia o en la ignorancia, porque la conciencia interna es compasión externa.