PACÍFICA-MENTE Un Girasol en tu Corazón 2ª parte 14 10 24

 

UN GIRASOL EN TU CORAZÓN 2ª parte        14 de octubre de 2024

La esperanza junto a la paciencia, pues ambas son muy similares, nos ofrecen una perspectiva que en el presente, puede parecer que evidencian una carencia vital por la que en determinadas situaciones, nos sentimos disminuidos, desposeídos o “recortados”, pero que por el contrario, son activos abundantes que nos motivan a la resiliencia, una grandeza que permite al ser humano afrontar la adversidad sin dejarse vencer por ella.

La esperanza, al igual que la fe y la paciencia, tienen mala prensa porque han sido muy mal interpretadas. Creemos que “el que espera desespera” y nos impacientamos y perdemos la fe, pero es porque no abordamos esta idea desde el lado activo de la cuestión. La esperanza no es un estado pasivo y ni siquiera está enfocado en el futuro, simplemente es una toma de conciencia que, ignorando el juicio sobre la situación que estamos viviendo, la acoge sabiendo que “esto también pasará” porque sólo lo Real posee la calidad de la permanencia y que además “será para bien”, pues si lo sé vivir, me hará crecer.

Mostrarse esperanzado y paciente ya es un resultado en sí mismo pues nos eleva a un estado mental sereno y confiado y ahí es donde entendemos que en el bendito presente, no precisamos nada más. Hay una flor que simboliza la esperanza porque siempre gira buscando el Sol. Buscar la Luz y la esperanza en momentos difíciles es una forma de enfocarte y comunicarte con la Fuente, la Causa, el Universo, el Amor o Dios….

San Isidoro de Sevilla, en sus Etimologías, Tomo 2, Libro 8, sobre las virtudes teologales dice que hemos de buscar 3 cosas: fe “lo que se ha de creer”, esperanza “lo que se ha de esperar” y caridad “lo que se ha de amar”.

          “Por la fe creemos firmemente lo que todavía no podemos ver. Foedus, declinación latina de fe, es pacto: un pacto entre Dios y el hombre por el que se ha de cumplir lo prometido.” UCDM va más allá cuando nos dice que ya está cumplido pero hemos obstaculizado la experiencia de la tierra prometida, del estado mental “Cielo”.

          “Respecto a Spes (esperanza): se llama así porque es como los pies para andar.” Sin ella, quedaríamos inmóviles, bloqueados. La esperanza es un motor para la acción, una confianza que a su vez se alimenta de la fe, de esa visión elevada acerca de una Realidad invisible pero palpable a través de sus efectos. Y de la caridad, hablaremos la semana que viene……