PACIFICA-MENTE Generosidad en tiempos de crisis 5 10 20

 GENEROSIDAD EN TIEMPOS DE CRISIS 5 de octubre de 2020

En el encuentro anterior, inspirada por una idea de Joe Dispenza, os propuse convertirnos en “sobrenaturales”. Con esta expresión tan peculiar no aspiro a que seamos superhéroes, simplemente os invito a emprender ideas extraordinarias que devendrán en eso que conocemos como milagros. El milagro en realidad, no es algo sobrenatural, es simplemente la consecuencia natural de vivir en el Amor, de Ser quienes Somos.

El milagro consiste en actuar en consonancia con nuestra verdadera identidad, una identidad que tiene la voluntad y el propósito, que cultiva la atención y la intención de dar lo mejor de sí misma para transformarse en una versión luminosa de nuestro Ser.

Se trata de regresar a un estado mental donde la Paz esté, a pesar de las circunstancias, por encima de todo, un estado donde el Amor surge de forma espontánea e incondicional. Todo se reduce a adoptar una actitud que nos permita desarrollar ese maravilloso potencial que espera con paciencia a que le abramos la puerta.

Para iniciar este cambio en nuestra vida, Dispenza nos propone como punto de partida “ser generosos en tiempos de crisis, cuando todo el mundo se siente rodeado de carencias y pobreza”. Ahora estamos viviendo una crisis que está sacudiendo nuestra forma de vida a todos los niveles. Vivimos un momento histórico que requiere lo mejor de nosotros mismos, que nos llama a la toma de una decisión que siempre fue crucial, y que si eludimos, sólo sumaríamos más caos al caos.

¿Quiénes SOMOS? Si como en muchas tradiciones espirituales, se dice: “Somos los que pensamos”, entonces la DECISIÓN es qué vamos a pensar. Tal y como pienses, sentirás, actuarás, vivirás, SERÁS.

Decidir ser generosos es abordar una empresa mucho mayor de la que en principio, pueda parecer. Hay un proverbio persa que dice así: “La generosidad es el precepto de los moradores del paraíso”. Morar en el Paraíso no es otra cosa que alcanzar un estado mental donde la Paz y el Amor gobiernen y decidan nuestra visión y por tanto nuestro comportamiento. Para lograr ese estado mental debemos comprometernos AQUÍ y AHORA, en el eterno PRESENTE, a propiciar un nuevo sistema de pensamiento basado en el Amor y alejado del miedo.

Ese compromiso pasa por eso que llamamos Generosidad y que no se limita a dejar propina en un bar, o a prestar nuestro libro favorito, o a cualquier gesto desprendido en el ámbito de lo material. En el terreno del Espíritu, ser generoso es ser paciente ante la impertinencia, compasivo ante el egoísmo, la crueldad, la ira.., es ser humilde frente a la necesidad de tener razón, es ser confiado ante la incertidumbre….

Ser generoso es aceptar LO QUE ES sin juicios, es quererte tanto que no necesitas demostrar ni hacer nada para sentirte amado. Es querer tanto al otro que respetas su posición contraria a la tuya. Es transigir y asumir que a veces, debo hacerme a un lado y dejar que el otro tome su decisión, incluso acompañarle cuando ni siquiera estás de acuerdo.

Ser generoso también es tener la valentía para saber decir que no. Dejar de contentar al otro o someterse a sus deseos para regalarte la libertad de hacer lo que tú en ese momento, anhelas. Ser generoso es respetar, dejar de interferir en la decisiones de los demás y reconocer que no lo sabes todo.

La generosidad pasa por aprender a VER la abundancia y la plenitud en cada situación. Dejar de sumarte al dolor y la miseria de los demás, dejar de enfocarte en los problemas y centrar nuestra atención en las soluciones.

Observémonos, estemos atentos a nuestra actitud, a cómo nos relacionamos con el otro, corrijamos nuestros impulsos egocéntricos y así podremos descubrir que adentro de cada uno de nosotros, vive un Ser generoso que tiene mucho que ofrecer.