PACIFICA-MENTE La Sonrisa Cómplice 23 11 20

 

LA SONRISA CÓMPLICE 23 de noviembre de 2020

    En alguna ocasión hemos hablado de Abundancia, de esa plenitud que a la mayoría se nos pasa desapercibida cuando nos enfocamos en la carencia, en la adversidad y en las dificultades.

    La Abundancia es un don que podemos ejercitar cuando estamos atentos. Cuando nos damos cuenta de que estamos a punto de dejarnos caer y tirar la toalla, cuando creemos que “nada se puede hacer”, que es “inevitable”…, cuando los pensamientos derrotistas intentan ganar espacio a los pensamientos de Amor y alegría.

    La Sonrisa es una manifestación de esa Abundancia: quién no tiene una sonrisa, quién no sabe sonreír, quién en realidad, no tiene algo que ofrecer, aunque sea sólo un gesto amable y conciliador. Es sólo cuestión de VOLUNTAD.

“Sonreír de manera cómplice ante la adversidad” es una más de las propuestas de Joe Dispenza en su libro “El placebo eres tú”. Convertirnos en una versión mejorada de nosotros mismos, pasa por alimentar en nuestra vida conductas que se alejan de la lógica de un mundo de conflicto y miedo, donde se aplica el “ojo por ojo” y “el diente por diente”.

El poder de la sonrisa es innegable, es un idioma universal que comprendemos todos. Todos hemos experimentado la energía elevada que se produce cuando sonreímos o al recibir la sonrisa de otra persona.

La sonrisa es una invitación a la paz: “La paz comienza con una sonrisa” decía Teresa de Calcuta”, es un ofrecimiento de conexión con el otro desde la aceptación y el reconocimiento de su identidad, que es la tuya propia, por eso Dispenza nos habla también de “complicidad”.

COMPLICIDAD y AMABILIDAD Se trata de una actitud amable que nos aproxima al otro, que nos pone en disposición de ofrecer aliento y apoyo en cualquier circunstancia, una actitud que nos habla de hermandad y unicidad: somos lo mismo y por tanto, nos comprendemos y confortamos más allá de la experiencia y de las diferencias que en ella se expresan.

    Según Alex Rovira Amable es quién merece ser amado, y tiene mucho sentido, pues a todos nos resulta fácil amar a quién nos respeta, nos ofrece su sonrisa sincera, su empatía, su reconocimiento.

LA SONRISA COMO INSTRUMENTO

“A veces tu alegría puede ser la fuente de tu sonrisa, pero a veces tu sonrisa puede ser la fuente de tu alegría” Thich Nhat Hanh. Dicho de otro modo, sonríes porque eres feliz o ¿eres feliz porque sonríes?, la sonrisa no sólo es un efecto, también puede convertirse en CAUSA.

Podemos probar a sonreír aunque las cosas no vayan todo lo bien que esperamos, y comprobar cómo nos ILUMINA y cómo comenzamos a sentirnos mejor. De esta forma, vemos que no sólo nuestra sonrisa tiene el poder de animar a los demás, sino que también funciona hacia uno mismo.

La sonrisa también nos proporciona UN MÉTODO para comenzar a alimentar la visión inocente que sana y trasciende los contrastes que nos ofrecen los opuestos. Percibo adversidad, invoco a mi Abundancia a través de mi sonrisa, siempre disponible e inagotable, e instalada en dicho gesto, observo la magia de su Luz tanto en mí como en los demás, y entonces recuerdo la visión en la que todo es Amor o necesidad de Amor, no hay nada más, y decido actuar sumándome al Amor y ofreciéndolo allí donde falta.

MÉTODO: Percibo – Invoco a mi Abundancia – Observo – Recuerdo la Visión – DECIDO: Actúo en coherencia con mi verdadera identidad que es Amor.

La Sonrisa Cómplice ahora, es la llave que nos proporciona la posibilidad de alcanzar la VISIÓN del AMOR INCONDICIONAL, de regresar a nuestra Verdadera Identidad.