PACÍFICA-MENTE Vivir en la Gracia 01 02 21

 

VIVIR EN LA GRACIA                                              1 de febrero 2021

    Hemos detectado otra manifestación de la dualidad en nuestro mundo físico: la gravedad frente a la Gracia. Gracias a Simone Weil vimos que hay dos fuerzas opuestas que trasladadas al ámbito espiritual, suponen una diferencia drástica en cuanto a la forma de experimentar nuestra vida.

    En el ámbito de la gravedad nos enfrentamos a las inercias, a los patrones preestablecidos, a esa dinámica de atracción hacia actitudes a las que nos hemos acostumbrado y que activamos de forma automática, sin apenas ser conscientes de ello.

    Estas actitudes incluyen los pensamientos y los sentimientos que estos nos provocan. A través de la repetición hemos interiorizado una forma de relacionarnos con nosotros mismos y con los demás que produce limitación en forma de culpas, prejuicios y juicios, en definitiva, miedo.

LIBERARSE o DESPERTAR consisten en detectar esas posiciones firmes y recurrentes cuyas consecuencias nos limitan y no nos benefician y acto seguido, y de forma paulatina, con paciencia y humildad, desprendernos de ellas. Nuestra voluntad es la clave y si se une a la Intención de su Fuente, es imparable.

    El otro lado de esta cuestión es la Gracia, que procede del griego “charis”: favor, bendición, bondad. Más allá de los conceptos, es un don que todos poseemos y hemos de tener presente, aprendiendo a conocerlo y utilizarlo como un recurso más de abundancia y plenitud.

    A nadie nos falta una sonrisa, un gesto amable, un pensamiento amoroso que bendice y reconforta, sólo hemos de abrir las compuertas y dejar que se expandan hacia todas direcciones, sin restricciones ni condiciones. “Dar todo a todos” es el consejo que UCDM nos invita a poner en práctica.

    Al principio, como es lógico, nos costará, pero poco a poco, con Intención, Entusiasmo y Discernimiento, lograremos detectar nuestras resistencias y vencerlas a través de la Identidad amorosa que se esconde detrás de cada máscara.

    Ese “Dar” no es sólo ofrecer (al otro y a ti mismo) paciencia, tolerancia, perdón…, en las ocasiones críticas, es mucho más…., es ofrecer a cada instante nuestra plena conciencia. Ofrecer nuestra presencia consciente hasta a lo más aparente insignificante, para darle el significado que libremente decidamos.

    Para ello, podemos intentar ir más despacio, saborear y paladear hasta el alimento más austero, percibir la temperatura del agua de nuestro baño, entretenernos en olfatear a nuestra mascota, deleitarnos acariciando el tacto de nuestra manta…, gestos a los que podemos atribuir desde nuestra libertad, el significado que más nos reconforte, que más nos convenga.

    Nuestro poder consiste precisamente en eso: otorgar a cada situación el sentido que nosotros queramos darle. Saber que nada es casual, que todo tiene una razón de ser, es un pensamiento sanador frente al desaliento y la desesperanza.

    Nosotros somos quienes en libertad, decidimos cómo vamos a percibir. De esa decisión depende nuestro despertar o liberación de un mundo que se cree inamovible e incuestionable, para transformarlo en uno nuevo que dependerá absolutamente de nuestro criterio y voluntad y que por eso, estará a nuestro servicio.

    Ahí reside la Gracia, en esa capacidad natural de estar por encima de las contrariedades y conflictos para en un estado de Unidad y Amor, comenzar a Ver la maravilla que acontece tras las apariencias.

    “La gracia es la voz que nos incita al cambio y que luego, nos da el poder para llevarlo a cabo” Max Lucado