PACÍFICA-MENTE Pascua 22 03 21

 

PASCUA                                                                      22 de marzo de 2021

    Uno de los significados etimológicos de la palabra Pascua, “pascha” en latín, πάσχα "páscha" en griego y “pesáh” en hebreo, es “paso” o “salto”. En algunas tradiciones se considera que la Pascua es el salto del invierno a la primavera, de la muerte a la vida. En la tradición católica, se celebra la resurrección de Cristo como testimonio de la vida eterna.

    Esta vez, propongo una reflexión sobre la Pascua, ese “salto” que en Un Curso de Milagros no es otra cosa que “elegir de nuevo” entre la muerte (el miedo) o la resurrección (el Amor).

    Vivir con miedo de alguna forma, es negarse a vivir en plenitud, es sobrevivir a medias, arrastrando limitaciones y conflictos. Es conformarse con la ilusión de un mundo dual donde el Amor y la Paz son ideales prácticamente inalcanzables.

    Vivir en el Amor, morar en él, es re-nacer cada día a un mundo completamente sanado, inocente e inofensivo. Donde a pesar de las apariencias, tu experimentas Paz y Alegría porque te has alejado de la voz del ego que te invita al sufrimiento y has decidido dar el “salto” de pensamiento que te conducirá hacia el bienestar y la maravilla, independientemente de los sucesos que ya no tienen el poder de amenazar tu calma.

    La vía para la transformación, que es una herramienta más en la línea de UCDM, nos propone la siguiente reflexión, que seguro nos ayuda a comprender esta idea:

    “Imagina que has sido crucificado por tus propios pensamientos, los cuales atrajeron a esos verdugos que te han clavado en la cruz un millón de veces, sólo para que tengas la oportunidad de ver un mundo amoroso al mirar solamente a través de los ojos del Amor.

    Estás en la cruz, el eje vertical es la eternidad y el horizontal, es el tiempo y el cuerpo. Tu corona de espinas es el campo de la mente, y las espinas son tus pensamientos temerosos y limitados, colocadas sobre ti por aquellos que te sirven para recordar que te has permitido tener esos pensamientos que juzgan y que pinchan tu energía disipando tu poder.

    Ves tus muñecas clavadas al plano horizontal que te “atan” a la dimensión corporal, y ves todas las veces que te aferraste a las cosas del tiempo. Sin embargo tu corona apunta al Cielo, recordándote que eres libre de elegir sólo pensamientos amorosos, contemplando inocencia por todas partes.

Ves tus pies cruzados, clavados, como si el mundo te dijera: No te atrevas a elevarte por encima de nuestro nivel de consciencia. Cómo te atreves a reflejarnos la Verdad de nuestro ser, siendo tan amoroso. El mundo intenta clavarte a la Tierra insistiendo en que te lo pienses, pues la experiencia humana es la tentativa de crear aquello que es opuesto a la Realidad.

    Miras a tu alrededor y nadie va a salvarte ni a rescatarte: Todo es entre Dios y tu. Es hora de elegir sólo lo Real, sin importar lo que los ojos muestren: la cordura en medio del condicionamiento, lo eterno en lo transitorio, el recuerdo de los pensamientos nacidos del Amor. Miras abajo y ahora estás en Paz y una suave dulzura invade tu ser.

    Ya nada te retiene al mundo, descansas en el recuerdo de la Unidad. Sigues viendo el mundo de la ilusión pero te amas tanto que sólo aceptas lo Real. Eso es la Resurrección.

    La Pascua es el día de tu cumpleaños, has vuelto a nacer y celebras que te has quitado la corona de espinas. Has peregrinado al Corazón de tu Ser y contemplas su belleza y mansedumbre, has vencido al mundo y recordado el Amor que te resucita frente al miedo que te crucificó. Es tu elección y de ella surgirán tus percepciones y eso, nadie puede hacerlo por ti. Saber que eres Amado, a pesar las apariencias, te ayudará a mantenerte firme en tu elección del Amor.”