PACÍFICA-MENTE Comprensión 25 10 21

 

COMPRENSIÓN                                                        25 de octubre de 2021

“Si algo tiene sentido, es comprender” Sesha

    La raíz del sufrimiento es la falta de comprensión acerca de aquello que desde que venimos al mundo, estamos experimentando. En muchos momentos de nuestro periplo tendemos a creer que nada tiene sentido, como si perdiéramos nuestra brújula y navegáramos a la deriva.

    No tenemos claro cuál es nuestro objetivo o nuestra finalidad, desconocemos qué es lo que nos interesa y nuestra intención acaba dispersada en aspectos de nuestra vida que en realidad, no son útiles ni nos reportan beneficio alguno.

    Comprender la dinámica de esta forma de vida en el espacio-tiempo, pasa por comprendernos a nosotros mismos, por esclarecer quién está asistiendo a todo lo que nos acaece, quién observa, quién busca, quién piensa, quién siente……, este planteamiento nos da la primera pista: no somos lo que tenemos, ni lo que hacemos, tampoco lo que observamos, ni somos nuestro país, ni nuestro género o raza.

    La falsa identificación es el gran obstáculo para la comprensión. Yo actúo en función de lo que creo ser y de los significados que he adjudicado a las cosas que me rodean. No actuaré igual si creo que mi felicidad depende de acumular reconocimientos, propiedades o títulos, entre otros.

    Tampoco disfrutaré con la intensidad que merece cada momento de mi existencia si me sitúo en la carencia, la queja y el victimismo. La generosidad sólo es posible cuando sabes que nada falta y que en todo caso, tú tienes recursos inagotables para el Amor, la compasión y el perdón.

    Mi relación con los demás cambiará radicalmente si en el otro me veo a mí mismo o a alguien ajeno cuyos intereses contrarios o comunes, es lo mismo, nos causarán conflictos a ambos y entre ambos. La satisfacción con nuestro entorno variará radicalmente en función de cómo percibimos al otro, de ahí la importancia y la urgencia de aprender la necesidad del respeto y la tolerancia, de algo tan simple y a la vez tan imposible para nuestro ego, como el no juicio.