PACÍFICA-MENTE Conecta con lo esencial 19 02 24

 

CONECTA CON LO ESENCIAL                           19 de febrero de 2024

    En esta ocasión vamos a incidir en la importancia de conectar contigo mismo a través de la meditación no como algo puntual, sino como una forma de vivir que surge al entrenar la atención y que nos va a proporcionar un nivel de conciencia cada vez más despierto. Nos dice Atisha:

“Para conducir al camino rápidamente cualquier situación,

tan pronto como se dé, únela con meditación”

    Nuestra vida terrena se construye a través de una sucesión de instantes y aconteceres que debemos aprender a incorporar en nuestro camino. Con aquellos que nos agradan no hay mayor problema, es fácil acogerlos y bendecirlos, sin embargo, con las situaciones más duras, penosas, terribles, nos cuesta más.

    El ser humano tiende a alejar de sí aquello que le desagrada, a apartarlo, a no querer verlo, a rechazarlo…, sin embargo Atisha nos anima a que “rápidamente” lo recibamos, lo abracemos, lo aceptemos ¿cómo?, pues a través de una actitud meditativa que nos va a ayudar a sostener y controlar nuestros impulsos más reaccionarios, nuestras tendencias más recurrentes, de forma que aprendamos a escuchar otra Voz, la voz del silencio, la voz de la calma, la voz que desde el Centro nos llama a la paz, al sosiego, a la reconciliación….

  Desde esta sabiduría cada situación se transforma en una oportunidad para meditar, y meditar nos es otra cosa que hacerte consciente de lo que piensas, de lo que sientes, de lo que vas a hacer. Te tomas el tiempo necesario para recordar qué es lo que realmente quieres, qué es lo que deseas de corazón, quién quieres ser, que voz vas a escuchar….

    Este acto de reflexión y pausa puede ser convertido en un hábito que transforme tu forma de ser por completo, que te lleve a un estado mental completamente nuevo, pacífico y amoroso.

    El estado mental “Cielo” aparta el foco del otro y lo sitúa sobre ti mismo. Ya no te olvidas de ti mismo, recuerdas “para qué” estás aquí y cual es la función que vas a desempeñar de forma que a partir de ahora sólo importa tu decisión y eso es suficiente para cambiar por completo la situación que te está ocupando.

    Desde esta posición te das cuenta de que en realidad las acciones ajenas no son lo que importan, sino cómo reaccionas a ellas, si te afectan y condicionan o son sólo una fuente de información sobre la que meditar y reflexionar para “darte cuenta” de su veracidad o de su falsedad, para desde ahí, realizar o no las acciones que puedan ser necesarias.

   La energía de una vida meditativa no se emplea ni se desgasta en ilusiones de miedo, sino que al pasarlo todo por el filtro de tu contemplación, entonces puedes aprender a discernir si merece la pena el esfuerzo, o mejor te ocupas en asuntos más interesantes y satisfactorios.

    Las cosas ya no son correctas o incorrectas por sí mismas, sino que cuando las llevas a tu conciencia, a tu presencia, a esa neutralidad e inocencia que lejos de juzgar, se cuestiona e incluso reconoce no saber qué hay detrás de un acontecimiento, entonces lo que surja estará bien no por lo que haces, sino porque lo haces desde un lugar de serenidad y autenticidad, desde el lugar del ser cuyas emociones y pensamientos ya no están distorsionados por la pasión reactiva y automática.

    Ya no eres un sonámbulo, estás despertando poco a poco a una Realidad que está más allá del mundo de las formas: “estás en el mundo pero no eres del mundo”. Comprendes que a pesar de la impermanencia que te rodea, del dolor, del sufrimiento, de la miseria, hay algo en ti que no cambia, que está por siempre a salvo y que te guía de regreso al verdadero Hogar que te espera desde el principio de los tiempos. Has conectado con lo esencial.

Ahora tu vida es un canto al Amor, un servicio meditativo y armonioso

que se ofrece para el bien de todo y de todos.