PACÍFICA-MENTE Los cuatro cuerpos 12 02 24

 

LOS CUATRO CUERPOS                                        12 de febrero de 2024

    El siguiente aforismo de Atysha dice así: “La insuperable protección del vacío es: ver las manifestaciones de la confusión como los cuatro kayas” y se completa con: “Un medio excelente es: tener las cuatro provisiones”

    Vamos a intentar desentrañar qué nos intenta explicar con estas instrucciones. La primera es una afirmación que pone de manifiesto la necesidad de protección del ser humano, protegernos de algún de modo de la ignorancia o confusión en la que habitamos a través de una toma de conciencia del vacío que nos rodea.

    El mundo en el que vivimos es fruto de una ilusión, por tanto todo es vacío, un vacío que se manifiesta a través de cuatro “kayas” o cuerpos, una serie de fenómenos que nos llevan a confundir la ilusión con lo Real. Atysha nos explica en qué consisten y como “verlos” a través de las 4 “provisiones”:

    El primero de ellos es “Dharmakaya”, la ley del vacío que afirma que todo está vacío, vida y muerte, y cada fenómeno mundano ya que ninguno pervive y por tanto, carece de la impronta de eternidad que imprime toda realidad.

    UCDM lo explica de esta forma: “El mundo que he fabricado, y que no tiene significado, es mi defensa. Mi cuerpo es mi defensa. Mis «problemas» son mi defensa. Mis «resentimientos» son mi defensa. Actúan como un paraguas que impide que los rayos del sol me alcancen. Que el Amor me alcance.” Hemos creado una irrealidad, un vacío lleno de miedo que oculta la verdad de nuestra fuente amorosa de procedencia, del Amor que somos”.

En la Biblia se expresa que Adán y Eva entraron en un profundo sueño pero en ningún momento nos dice que llegaran a despertar.

Para que sus discípulos comprendieran la insubstancialidad de sus vidas, Buda los mandaba a meditar a las piras funerarias, allí podían ver cómo todos los logros mudanos se consumaban en unos pocos minutos. Ser conscientes de ese “cuerpo de vacío” te protege de caer en actitudes insanas, en propósitos vanales, en una vida absurda y sin sentido.

La provisión para crear este primer cuerpo es la OBSERVACIÓN, que aprendas a utilizar cada una de las situaciones que vives para observarlas con ecuanimidad, con atención y consciencia.

El segundo cuerpo es “Nirmankaya”, el surgir de la compasión a través de la comprensión del vacío, del “darse cuenta” de tu impermanencia, de tu inconsistencia y desde esa sensación de cierta insignificancia, es cuando cobras sentido, cuando dejas fluir a través tuyo y te conviertes en un canal de aquello que te late y te da vida, así surge el cuerpo de la creación.

Es curioso porque de esta forma estamos recreando un “bigbang”, esa energía que desde el vacío más absoluto, revela una creatividad imbuida en la compasión, en la noción de que desde la futilidad podemos vislumbrar lo que realmente importa. La provisión de este segundo cuerpo procede de EXAMINAR minuciosamente los aconteceres que hemos observado, de un análisis que incluya cómo te sientes, si provoca reactividad en ti…, etc.

    Como consecuencia de este segundo cuerpo, según Atysha, nace el tercer cuerpo “Sambhogkaya” que es el cuerpo de la dicha, un estado natural de compasión incondicional que ya no fluctúa y que supone el haber adquirido una conciencia estable de Luz para tu entorno y para ti, pase lo que pase. La forma en que puedes “provisionarte” de este tercer estado pasa por comenzar a tomar las DECISIONES que te aporten más dicha, silencio, serenidad y calma.

    De la dicha a la espontaneidad de tu ser que es “Swabhavakaya”, el cuarto cuerpo “de la naturaleza última” en el que la polaridad se trasciende y uno sólo Es en Unidad, sin necesidad de categorías. Esto sería el ideal al que aspira todo budista, unirse al Todo de forma individisa y total, lo que se conoce también como Samadhi o despertar. Para conseguirlo, la “provisión” o instrucción no es otra que desechar lo que te traiga tensión, ansiedad, angustia e infierno. Vemos que estas dos últimas dependen de ti, de tus DECISIONES.