PACÍFICA-MENTE Las Cinco Fuerzas 26 02 24

 

LAS CINCO FUERZAS                                          26 de febrero de 2024

    La vida meditativa nos revela que nuestras decisiones no son correctas o incorrectas por sí mismas, sino que ello vendrá determinado por el lugar desde el que las tomamos, si las tomamos desde la consciencia o desde la inconsciencia. Ya no es tan importante el qué sino el cómo: despierto o dormido, meditativamente o sin meditación….

    Una vez asumida esta necesidad del “darse cuenta”, de eliminar de nuestra mente todo aquello que distorsiona nuestra autenticidad y nos aleja de la realidad de Amor que somos, Atysha nos propone lo siguiente:

“El conciso compendio de instrucciones sobre el corazón es:

trabaja con la Cinco Fuerzas”.

    Estas cinco fuerzas son: Intensidad, Familiarización, Semillas blancas, Desaprobación y Servicio, que podrían traducirse como Voluntad en movimiento, es decir, no basta con observarlas, conocerlas, hay que movilizarlas, aplicar su energía para que podamos transitar el camino que nos llevará al corazón, al Hogar que espera por nosotros con paciencia infinita.

Intensidad. Para conseguir que tu vida se transforme en plenitud y abundancia, tienes que comportarte con totalidad y poner en todo lo que emprendes toda tu atención, toda tu energía, toda tu pasión…, de forma que el hacedor se convierta en aquello que hace: el bailarín se hace danza; el músico, es melodía; el profesor se hace uno con su enseñanza…, y Osho nos dice: “Sólo a los cien grados de intensidad se evapora uno de lo material a lo espiritual, de la tierra al cielo, de lo ordinario a lo extraordinario.”

    Esta instrucción recuerda al acuerdo tolteca: “Haz siempre lo máximo que puedas”, implícate al 100%, no escatimes ni regatees, lo que hagas, hazlo de verdad, con toda el alma.

Familiarización. Conecta con aquello que te encanta, que te hace sentir bien y familiarizate con ello, hazlo, no importa el resultado, sólo hazlo porque sólo al practicar aquello que te apasiona es como vendrá a ti, así es como creas los caminos hacia lo que realmente te entusiasma.

Semillas blancas. Lo vimos en encuentros anteriores, este concepto alude al poder de tu mente, a la necesidad de que vigiles tus pensamientos para decidirte a favor de aquellos que te alejen de la ira, la envidia, el odio, la dominación…, todas esas pasiones y errores que impiden que te sientas afortunado y bendecido, que te alejen de la percepción inocente que mereces y que te regresa a la identidad que siempre fuiste.

Desaprobación. Unida a la decisión de plantar semillas blancas, surge la decisión de desterrar de tu mente esos pensamientos que te encadenan al miedo. Desconectar de los mismos sólo depende de ti, de darte cuenta de que ya no deseas alimentar en ti aquello que te envenena y te impide ser quién eres.

Servicio. Sé generoso, emplea tus dones en beneficio de todos, comparte sin miedo todo lo bueno que te sucede o que conoces, pues al darlo crecerá pero si lo escatimas, si lo retienes, te pesará en el ánimo, será un lastre venenoso que ralentizará tu avance, que impedirá tu evolución.

    Pero RECUERDA, “Las instrucciones para la transferencia en el Mahayana son las Cinco Fuerzas. La conducta es importante”, esto significa que además de conocerlas, debes aplicarlas, sólo son poderosas si las utilizas, si las haces reales en tí, en tu vida.

    Y sigue “El propósito de todo el Dharma está contenido en un punto”, es decir que la finalidad de tu experiencia mundana se concentra en un sólo punto: el ego, un personaje falso que has fabricado para vivir una vida falsa. Si no eres capaz de trascenderlo, de utilizarlo para conocer el Amor que eres, tu vida no florecerá, no te aportará toda la belleza que encierra, no podrás saborear el bienestar y la felicidad que eres.

Piensa, medita, practica.