PACÍFICA-MENTE Regresa a la Raíz 2ª parte 18 11 24
REGRESA A LA RAÍZ 2ª parte 18 de noviembre de 2024
La expiación es una vía de comunicación con tu maestro y guía interior a través de la que reconoces en ti un error de percepción y lo entregas para su corrección. Para “aceptar la expiación”, tal y como expresa UCDM, debes realizar un acto de fe total, un acto por el que reconoces que hay algo que sí sabe y que está disponible siempre y cuando tú le des permiso para intervenir.
La expiación requiere del despliegue de muchos de esos recursos que tenemos en abundancia y que hemos de empezar a usar con mayor frecuencia. Requiere por un lado, grandes dosis de atención y de humildad para detectar el error que estamos viviendo. Un segundo paso es albergar el deseo y la intención de querer que sea corregido, de no querer seguir reaccionando y sintiéndonos de ese modo, y por último, y no menos difícil, decidir entregar y renunciar a aquello que de algún modo, en algún momento, hemos atrapado en nuestro corazón, considerando que forma parte de nuestra identidad. Este último paso entraña una resistencia y una cerrazón cuya solución se expresa así: suelta y relaja.
La expiación es el modo más óptimo para regresar a la raíz del problema y desde ahí, solucionarlo. Desde la base de que el mundo es una proyección y que dicha proyección procede de nuestras mentes separadas, para poder realizar la corrección de los efectos devastadores de nuestros pensamientos de miedo, hemos de regresar a su raíz, a su causa.
Si toda causa es mental, todo remedio comienza por indagar en la mente que ha causado el error. Aprender a identificar los errores no es fácil pero contamos con un aliado excepcional. Nuestro cuerpo es un instrumento de comunicación a nuestro servicio. Enric Corberá, experto en UCDM nos dice: “El cuerpo es el mensajero más sincero. Cuando no escuchamos las señales del entorno, el cuerpo puede manifestar la incomodidad que la mente aún no ha reconocido.”
El cuerpo nos va a señalar a través de sus sensaciones físicas, qué dolencias y qué comportamientos recurrentes nos gobiernan, de esa forma podremos comenzar a cuestionar nuestros para qués y desidentificarnos de todo aquello que un día dimos por válido y que no nos ha reportado ningún tipo de bienestar.
Sólo a través de una seria intervención de la expiación en nuestra mente podremos llegar a conocer lo que es el instante santo, la relación santa y muy importante, el perdón.
Un perdón que lejos de juzgar y condenar, sana y reconcilia, un recurso esencial para lograr vivir desde el corazón y el Amor, en vez desde una mente asediada por el miedo.
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