SENDEROS DE LUZ (La Senda del Unicornio 10 - 20 05 20)


SENDEROS DE LUZ

El audio del Pacífica-Mente de este lunes 17 de mayo, fue inspirado por una fotografía de Santiago Gumiel, amigo y vecino de San Mateo que ya ha visitado en varias ocasiones la Senda del Unicornio para hablarnos de sus aficiones.

En esta extraordinaria imagen en particular, Santiago tuvo la paciencia suficiente para captar el preciso instante en que una mariposa sale de su capullo. Nos hace así partícipes del renacimiento de un ser que transformado, comienza una nueva vida.

Ante esta visión emocionante, me planteé que al ser humano desde que nace hasta que muere le suceden una gran cantidad de cambios, tanto a nivel físico, como emocional y espiritual y que sin embargo, somos una especie que cuando conscientemente ha de acometer algún tipo de cambio, se resiste y que eso, de alguna manera, es oponerse a nuestra verdadera naturaleza evolutiva.

        Y es que precisamente, la transformación de la que en esta ocasión os quiero hablar, es esa que nos regresa a nuestra naturaleza, esa que nos reconecta con lo que verdaderamente somos y que requiere de nuestro esfuerzo y voluntad, de mucha humildad y valentía para entrar a explorar ese terreno desconocido que nos va alejar de la zona de seguridad para mostrarnos una realidad que hasta ahora, habíamos preferido pasar desapercibida.

El mayor obstáculo al que nos enfrentamos cuando nos damos cuenta de que algo no funciona en nuestra vida y decidimos cambiarlo, es el miedo.

          Miedo a la incertidumbre, al no saber…, cuando llevamos años haciendo lo mismo y obteniendo los mismos resultados, nuestra biología se ha instalado en programas y patrones de los que no va ser fácil desprenderse.

        La mayoría de las veces el deseo de cambiar algo procede de una fuerte crisis existencial: una enfermedad, un accidente, la pérdida de un ser querido, la repetición de acontecimientos adversos, desamor, desempleo…., pero también es cierto que esto no es necesario, que no nos tiene por qué ir mal para darnos cuenta de que nuestra vida puede funcionar a un nivel más elevado, más alegre, más feliz.

        Pero veamos cómo funcionan los patrones que nos impiden evolucionar y explorar todas esas posibilidades que todavía no hemos desplegado a causa de ese miedo atávico a lo nuevo.

        En su serie documental titulada “Reconexión”, Joe Dispenza,  famoso bioquímico y neurólogo que ha escrito multitud de libros en torno al desarrollo personal y espiritual, afirma lo siguiente: si nuestros pensamientos no cambian, haremos las mismas elecciones, esas elecciones nos inducirán a tener los mismos comportamientos, de los mis comportamientos, surgirán las mismas experiencias, las cuales a su vez nos proporcionarán las mismas emociones.

        Este es el pez que se muerde la cola, pues las mismas emociones me llevarán a seguir alimentando los mismos pensamientos, esto en definitiva provoca que nuestra vida no cambie. Estamos enjaulados en un círculo vicioso que nos va a impedir acceder a nuevas experiencias que amplíen mi visión de la existencia.

        A través de este proceso nos encontramos con personas que dicen: yo soy así, no puedo cambiar. Personas que han confundido su personalidad con su identidad, no entienden que son libres de recrearse y decidir si quieren ser de otra manera, y que lejos de perder su identidad, probablemente se acercarán más al verdadero ser que son.

        Pongamos un ejemplo, hay personas que son muy irascibles, de mal carácter y sienten que nunca podrán ser tiernas y amorosas. Creen que es imposible alcanzar la serenidad porque sus creencias sobre el valor de una persona pasan por alabar la agresividad y el dominio.

        La semana pasada hablé de la importancia de alcanzar la serenidad y está claro que en este caso, para este tipo de personas, podría resultar prácticamente imposible alcanzar ese estado de mansedumbre y paz, tan necesarios para avanzar en el proceso de reconexión con nuestro ser.

        En este ejemplo concreto, la biología de la persona se ha acostumbrado a recibir cierta dosis química que aumenta con los arrebatos de cólera, cuando el individuo decide cambiar su cuerpo se lo pondrá difícil, porque de algún modo se ha vuelto adicto a ese tipo de comportamiento.

Las inercias y las resistencias surgirán inevitablemente, pero estas nunca podrían contra la firme voluntad de querer estar en paz. El conflicto interior será inevitable y está claro que la posibilidad de que ese cambio se produzca sólo dependerá de la decisión del sujeto en cuestión.

        Cada día es una vida, cada día al despertarnos somos un lienzo en blanco y sin embargo cada día, en el momento en que comienzo a pensar, decido de forma inconsciente regresar al pasado, a mis recuerdos, haciendo asociaciones aprendidas que me van a inducir a seguir pensando de la misma manera. Si me guío siempre por lo que aprendí en el pasado, mi futuro estará condicionado y es por eso, que vemos que el único lugar donde puedo ser completamente libre, sin someterme a ningún condicionamiento, es el presente.
        Sólo atendiendo y enfocándome en el presente, puedo realizar algún cambio en mi vida. Sólo liberándome de lo ya conocido, tanto del pasado como del futuro condicionado por mis expectativas, sólo entregándome a la incertidumbre del momento presente, es cuando puedo por fin, activar nuevos pensamientos que me proporcionen nuevas experiencias.
        Se trata de pensamientos que están al servicio de mi creatividad, de mi voluntad, que no requieren a que esperemos a que algo suceda a nuestro alrededor, son pensamientos que te invitan a sentir todo aquello que desees aquí y ahora, sin depender de lo manifestado. A esto Joe Dispenza le llama aprender a causar tus efectos, es decir, aprender a crear aquello que buscas dentro de ti, porque eres pleno y abundante y ya está todo en ti contenido y nos lo explica de este modo:
-        En el momento en que te sientes abundante y digno,  ya estas generando la  riqueza
-        En el momento en que  comienzas a empoderarte,  ya estás invocando al éxito
-        En el momento en que te enamoras de ti mismo y de la vida, estas creando el espacio propicio para que el amor entre en tu vida.
-        En el momento en que te sientes agradecido y te sientes pleno,  comenzará tu curación
-        En el momento en que sientes asombro por la vida, ya logras una experiencia trascendente
De un nuevo estado de mente y cuerpo, surgirán nuevos eventos, ya no eres el mismo, has reinventado el nuevo yo. Si quieres estar en paz, si quieres ser pacífico, piensa y actúa en esos términos, visualiza ese estado y tu inconsciente lo tomará como cierto y enviará las señales a tu cuerpo para que el cambio se produzca.

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