PACIFICA-MENTE El principio del Ritmo - 15 06 20
PRINCIPIO DEL RITMO 15 de junio de 2020
“Todo fluye y refluye;
todo tiene sus períodos
de avance y retroceso; todo asciende y
desciende; todo se mueve como un péndulo; la medida de su movimiento hacia la
derecha, es la misma
que la de su movimiento hacia la izquierda;
el ritmo es la
compensación.”
El
ritmo es el mecanismo que regula y compensa el continuo flujo de movimiento. Se
trata de un poder que armoniza y respeta, el latido de vida que impera en todas
las cosas.
Da
lugar al fenómeno acción-reacción que impera en nuestro mundo dual. Para poder
trascenderlo, es necesario aplicar la siguiente premisa que en un UCDM se
explica como: “No tienes pensamientos neutros. Todo lo que ves es el
resultado de tus pensamientos”.
LEY DE LA NEUTRALIDAD – En realidad,
todo es neutro, son tus pensamientos los que no lo son porque están
constantemente juzgando. A través de la neutralidad conseguimos escapar de la dinámica reactiva que apresa y condiciona nuestra vida.
Por
tanto, vemos que la maestría a la que aspiramos consiste en aliviar y disminuir
el peso de energías que nos sumergen en la ilusión y nos alejan del Amor, con
el fin de alcanzar una estabilidad emocional y psíquica.
Se
trata de vencer esas fuerzas negativas que consiguen hacernos presos de
nuestras emociones: afectos, deseos, apegos, así como la aversión, el miedo o
el rechazo. Impulsos todos ellos que enturbian nuestras decisiones y las
vuelven tóxicas, impulsos que provienen de juicios, de falta de neutralidad.
Es
en nuestra mente donde debemos trabajar para abandonar las etiquetas y tomar la
decisión de asignar el significado que nos convenga a todo acontecimiento, sin
perder la perspectiva de que todo en este mundo es temporal y por tanto, no
debemos estancarnos en ninguna situación, dándola por definitiva.
LEY DE LA RELATIVIDAD - Todo es
relativo, por tanto conviene salir de los posicionamientos, dejarse llevar
flexiblemente sin necesidad de aferrarnos a ninguna ilusión. Aceptar, confiar y
permitir son la clave para no golpearnos de frente con circunstancias que en
principio, nos disgustan.
El
lamento, la queja, el victimismo nos hunde todavía más en la desesperación,
aprendamos a relativizar, a no tomarnos la vida demasiado en serio y alimentar
una actitud abierta e inteligente, que nos aliente y despierte lejos de
angustiarnos o de caer en la amargura.
El
equilibrio emocional procede de una mente estable, que ante las buenas nuevas
no se deja llevar por la excesiva complacencia, y que ante los inconvenientes,
no se permite caer en la autocompasión y el derrotismo. Una mente que sabe que
todo es efímero y cambiante, que el ritmo, el latido o péndulo forma parte de
su experiencia humana pero no de su realidad espiritual, que está al margen de
las tribulaciones cotidianas.
Cuánto
más elevados espiritualmente nos hallemos, más armonizados con lo Absoluto, que
es Amor incondicional, menor será el movimiento pendular. El estado de dicha y
paz, de absoluta y eterna presencia, supone el fin de la oscilación puesto que
te has situado por encima del péndulo.
Vemos
por tanto que una actitud meditativa, imparcial, alejada del juicio y el
posicionamiento, nos ayuda a encarar las vicisitudes de la vida a través de la
paz y la armonía. Evitando polaridades que nos desequilibran y nos alejan de
nuestro Ser de Amor, poderoso, inocente y feliz.
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