PACÍFICA-MENTE Botánica Esencial 31 03 25

 BOTÁNICA ESENCIAL                                             31 de marzo de 2025

Son nuestras capacidades de asimilar, responder y amar lo que se pone en juego en nuestra experiencia en la Tierra. El modo en que recibo y luego, decido responder a esos estímulos es lo que me llevará al conocimiento o a la ignorancia, al Cielo o al infierno. Mi decisión dependerá de si comprendo o no, de si abrazo o no, acepto o no, amo o no…., de forma que todo va a depender de mi estado interior y no del exterior. 

El amor, la felicidad y la paz brotan de ti y una vez ejercidas, es cuando podrás vivirlas afuera, manifestarlas. Somos co-creadores de la experiencia y eso nos otorga una responsabilidad que desde el sistema de pensamiento del miedo o ego resulta abrumadora, de hecho estas ideas son totalmente opuestas a lo que el mundo nos ha mostrado.

“Lo único que me desarrolla es ese acto por el cual yo ejercito mi potencial” Antonio Blay

Si el potencial de mi Ser es la Presencia, el Discernimiento y la Conciencia de Unidad, mientras no acometa la tarea de ejercerlos en completa libertad, no podré desarrollarme en plenitud y consciencia:

• En Presencia, permito recibir los atributos amorosos que mi Fuente original, la energía amorosa universal, está ofreciéndome.

• En Discernimiento, aprendo el arte del “bien pensar”, desarrollo las cualidades reales que siempre estuvieron a mi disposición superando las limitaciones y obstáculos que antes me limitaban.

• En Conciencia de Unidad, unifico mi Identidad con mi acción y comienzo a ejercer mi función en completa libertad

Estamos trillo en mano y vamos a despejar lo que es esencial e importante de lo que no. Partimos de la base de que nos sentimos totalmente libres para hacerlo y una de las fórmulas magistrales que debemos aplicar a nuestro jardín interior es entender que si sólo el Amor es real, tal y como postula UCDM, todo aquello que me aleja del mismo y me lleva el miedo es sólo una ilusión, no tiene valor, ni poder, ni realidad. 

La idea de la perfección no es fantasía, sino que responde a la premisa básica de que sólo las cualidades positivas existen, todo lo demás es puro teatro, pura ficción. Si somos capaces de asimilar esta afirmación, de tenerla presente en nuestras relaciones, será mucho más sencillo abandonar el victimismo, la queja, el ataque, la tristeza…..

Los pecados, errores, pasiones, defectos…, son sólo déficit, son sólo faltas, de ahí que también se les llame así, porque adolecen de realidad, de substancia, de contenido…, existen como ausencia de lo real (de luz, de amor, de belleza, de alegría….), existen para ofrecernos la enseñanza de la dualidad que se despliega para que seamos capaces de realizar el contraste y dilucidar (dar luz) a lo que subyace tras toda manifestación. Es por ello que comprender que sólo las cualidades alineadas con el Amor son reales, nos rescata de caer en el miedo, en la oscuridad y la falsedad. 

Antonio Blay lo explicaba de este modo: “Defecto es la menor presencia o la insuficiente presencia de una cualidad. Todo lo que llamamos defectos no son más que cualidades que están insuficientemente desarrolladas.”

Vemos que si hay Presencia, que si nuestra energía se desarrolla a su máximo potencial, la consecuencia lógica es el nacimiento de otras flores como la Plenitud frente a la carencia y la Unidad frente a la dualidad. Desde ahí no vamos a prestar atención a las faltas, simplemente porque no son importantes, no merecen nuestra atención y llegará un punto en el que ni siquiera las veremos. La consecuencia no se hará esperar, si hemos de luchar por algo, que sea por algo Real y no contra algo que no existe.