PACÍFICA-MENTE Salvados por la Lavanda 06 05 25

 SALVADOS POR LA LAVANDA                                  5 de mayo de 2025

De la comprensión y de la decisión a favor de la neutralidad, en definitiva, de la ECUANIMIDAD, hemos visto que surge la Inocencia. Del otro instrumento que también está a nuestro alcance, de la CONFIANZA trabajada con firmeza y valentía, veremos que brotará la Seguridad. La margarita de la Inocencia y la lavanda de la Seguridad son las dos flores que van a perfumar y embellecer nuestro jardín interior.

La Confianza, el sentimiento de que todo está bien y de que todo es para bien, se alimenta con firmeza y valentía, afrontando las circunstancias tal y como son, sabiendo que no llegan por casualidad, sino que son esos retos que por alguna razón, hemos de experimentar.

El gran místico Yogananda, dejó instrucciones para trabajar la confianza en uno mismo y en el porvenir. Se trata de tres afirmaciones diseñadas para la autosanación en cuerpo, mente y alma, y que precisamente, se relacionan de una forma bella y fluida con las tres dimensiones de nuestro ser y con la conciencia de abundancia y plenitud que surge de potenciar nuestras cualidades:

• Para el cuerpo: “Estoy sano, fuerte y lleno de energía divina.” PRESENCIA

• Para la mente:   “Estoy sereno, en paz y lleno de sabiduría.” DISCERNIMIENTO

• Para el alma: "Estoy lleno de amor divino y unido con Dios.” CONCIENCIA DE UNIDAD

Realizar afirmaciones es sencillo pero requiere una técnica concreta para que no se conviertan en meras palabras que de tanto repetir pierden sentido. Es por ello que es importante atender a factores como: 

• Repetirlas con fe y convicción, no mecánicamente, sino visualizando la energía sanadora. 

• Usa la voz y el pensamiento, primero en voz alta, luego susurrando y por último, en silencio.

• Postura y respiración adecuadas: inhalo energía, exhalo tensión

• Práctica diaria y constante tres veces al día

• Pon emoción, siente su realidad en ti y agradece la salud, la paz y la conexión.

De todas ellas, la conciencia de Unidad, la conexión con la Fuente divina, es el resultado y alimento definitivo que consigue alejarnos del paradigma del mundo y nos acerca paso a paso a esa otra dimensión que invisible, aguarda nuestro reconocimiento, nuestra mirada.

Estamos a las puertas de una Visión que es puro entendimiento y comprensión de que lo Real en nosotros no puede ser alterado, que eso que subyace tras la forma es un contenido universal e ilimitado, infinito, cuya supervivencia está más allá del espacio y el tiempo, garantizada e inextinguible. Se trata de una flor que no es de este mundo y cuyo aroma es fuente de calma y relajación frente al estrés y la ansiedad, pues sentirnos seguros nos proporciona la certeza necesaria para alimentar nuestra paz interior y nuestra paz interior nos concede la capacidad de orientar nuestra energía al servicio de la vida. 

    Dejarnos llevar por el miedo es hacer lo contrario, pues el temor nos aleja de la conexión y contrae nuestra energía y al reprimirla, se vuelve agresiva: todo es fuente de peligro y activo mis defensas a través de la ira, el odio o la crueldad, que son cualidades mal canalizadas y por tanto, polarizadas en su extremo negativo. Adquieren su entidad a través de la negación pero no poseen entidad real, son sólo ilusiones, errores que cuando son observados atentamente, pierden fuerza, se diluyen y desaparecen ante el discernimiento que otorga lucidez mental.