Entre dos sauces - Poemario tributo a San Mateo de Gállego
Entre dos sauces
(Tributo a San Mateo de Gállego)
2ª impresión con nuevos poemas
Unas
palabras…..
Estas páginas son
un humilde y pequeño homenaje que dirijo a este pueblo. Un pueblo es el
conjunto de personas que en él viven, así que es a los Sanmanteanos a quiénes
en definitiva, están dedicadas.
En la primera impresión de “Entre dos sauces” tuve el placer de
dedicar un ejemplar a un vecino y quisiera hacer extensible dicha dedicatoria a
todo el que se asome a este poemario, por lo que os deseo de corazón que en su lectura, halléis la belleza de vuestro
pueblo, la que inspiró los poemas que lo componen.
Creo que es justo acercaros un poquito
a la autora. Sophí Kara es el seudónimo escogido para presentaros su trabajo.
Detrás de ella tenéis a una vecina del pueblo de origen andaluz, nacida en
Sevilla pero firmemente arraigada a tierras mañas. Llevo ya cinco años
conviviendo con vosotros en este maravilloso pueblo, he formado parte de Radio
San Mateo como colaboradora en el Programa “Poesía eres tú” con la sección “El
unicornio azul” y también participé en los “Amaneceres en la ermita” durante
los sábados del mes de julio del año 2012.
Estoy firmemente convencida de que
tarde o temprano, reanudaremos las actividades de Radio San Mateo,
esforzándonos de nuevo en ofreceros con ilusión y entusiasmo, entretenimiento,
información y sobre todo, un medio de comunicación que aúna y agrupa a todo el
pueblo.
Sólo resta despedirme y desear que
disfrutéis de esta lectura tanto como yo escribiéndola. Un abrazo y hasta
pronto.
Recorrido
Preludio
Idilio
Amor
El Cielo y la Tierra
Ella
No
Vísteme de Alabastro
Vigías
La fiesta
Tan llena de vida
Quedé exhausta
El almuerzo
Paraíso
El camino sigue…
Primavera
Reinas
Preludio
Llegué una
tarde, muy tarde,
consumida en
desaliento...,
con la
ilusión asida
de un
imperdible roto, pequeño,
procurando no
extraviar
el sueño que
hasta aquí me trajo,
el proyecto
de una vida,
junto al
hombre más perfecto
por humano.
Husmeé por
rincones vacíos,
despoblados,
vacantes de
mi destino,
y entre dos
sauces escuché
la llamada,
el revulsivo
que inició
este viaje,
esta llegada
infinita,
profunda e
inabarcable,
donde cada
día
es un puente
a la eternidad.
Certeza
Bajo el Sol
de los Monegros,
bajo el
cierzo,
bajo el feroz
aullido
de mi corazón
inquieto,
acaso se
oculte
el reposo, mi
sosiego,
el íntimo
esplendor
por el que
suspiran
mis adentros.
La calma que
sólo la tormenta
puede
inspirar.
El monte
El monte aúpa
mi espíritu
ermitaño,
lo empina, lo
alza,
sobre un
paisaje desolado,
solitario.
El monte me
sostiene
la mirada,
la iza en su
mástil
de arena y
piedra, de viento.
Idilio
Ven,
acércate,
que entre tú
y yo
no se asiente
la insidiosa
distancia.
Procura
no caer en el
error
de creer que
no es posible.
Yo te abrazo
entre las
ramas.
En el pinar
habita el
regazo
donde
acunarte
en silencio,
si acaso
el susurro
crepitante
de mi aliento
en tu nuca,
en tus
labios,
en tus dedos,
y esas manos,
esas manos
abiertas,
rebosantes
de vacío,
de dulce y
delicada
entrega.
Ven,
Pasión
Tenerte,
retenerte,
detenerte,
sostenerte,
así, sin más,
aferrada a
esta patraña,
a esta
desgraciada artimaña,
al artificio
que creó
mi mente
incauta.
Creer que
eras sólo mío,
cuando fue yo
la habitada,
la poseída,
la
cautivada….
Desde tu
asiento me elevas
y te elevas
hacia el cielo,
cada nube es
un refugio
para la
intemperie,
cada estrella
esconde
el principio
de un final
que no responde
a mis
plegarias:
tenerte,
retenerte,
detenerte,
sostenerte…..
El
sentimiento
arrastra
cadenas insalvables,
con ellas
profundizo
en la
impotencia.
Sin ellas no
podría
comprender la
belleza
de este amor
fiero e
imposible.
Paz
Dejé de
pretenderte,
de rondarte,
ya sé que
estás aquí
que no te
irás
nunca.
Te cedo la
libertad
que en ti he
hallado,
nunca más
osaré pedirte
más
de lo
entregado.
En tu
abundancia
se colman
todo los
propósitos.
Los deseos
yacen
extintos.
Vida
Llegué a esta realidad
sobre brazos esquivos.
Me perdí en laberintos
que burlaban mi memoria.
Anduve desorientada
tantos segundos….
Aprendí, irremediable,
a manejarme por un mundo
ajeno, absurdamente impelido
de una férrea voluntad,
a la que importunada,
no comparto, más asumo.
Amor
Avocada a la espiral,
a las vueltas en continua
regresión estacional,
quedé exhausta, mustia,
hasta que el Amor me halló
abrazada a las aguas cristalinas
de los ojos más profundos.
Hasta que el Amor vació
en mí, todo el hastío
y la confusión.
El Cielo y la Tierra
El Cielo se abrió sin pereza
cuando fueron mis brazos
los que dieron cobijo
a su imparable evolución.
Y fue tanta la grandeza,
que solo pude morir, de nuevo,
y en brazos de la locura
renacer, para acunar en ellos
todas las quebradas promesas
en penumbra.
La adoración se hizo eco
en el fruto sagrado
de ese amor, cuya semilla
floreció sin ni siquiera
intuirla.
todas las huellas
antes pisoteadas,
y que ahora, mis labios besan
con devoción infinita.
Ella
Ella
espera, agazapada,
devorada por
una paciencia infinita.
Ella espera,
inmersa entre
las aguas
de un río que
lamenta
su suerte.
El la ignora,
ajeno a su
existencia,
a la ruleta
que decide
la sentencia.
Desconoce el
abrazo que le aguarda
para
embargarlo de soledad.
Ella espera,
y él la ignora,
es una
dualidad perfecta
que derrota
la esperanza
el ansia de
vivir,
la promesa de
una juventud
tristemente
eterna, detenida.
Ella y él,
y un pueblo
que llora,
por la
ausencia que invade sus calles,
por el
silencio
que evidencia
la pérdida
más
absurda, dolorosa.
Ahora las
aguas discurren
por un cauce
en desconsuelo.
El pueblo
albergará su recuerdo
y ella,
ella seguirá
a la espera,
agazapada.
No
No lamentes,
ni malgastes tu energía.
no te empeñes
ni un segundo.
No desistas
de ser quién eres,
no te rindas
al quejido ni a la rabia.
No permitas
que el ingrato sentimiento
se entrometa
y se apodere tristemente
de
tu vida.
Vísteme de alabastro
Desnúdame de promesas
y vísteme de alabastro.
Hazme pétrea, pura, blanca….,
que en mí resbalen
los deseos, las meras ilusiones.
Hazme reina, luna, maga….,
que en mí aguarden
los cielos, las estrellas y la noche…
Y que la lluvia de tus lágrimas
encuentre en mi regazo
su refugio inmaculado.
Vigías
Vigías de paja y barro,
firmemente sostenidas,
en ellas nos observan, nos cuidan.
Sobrevuelan las costumbres,
los días fríos de invierno,
los “Atardeceres en la Ermita ”.
Testigos mudos de un mundo
ajeno que transita
en paralela dimensión.
Heraldos de agua y de pluma,
de viento que arranca
del ánimo, la verdad.
Cómplices que involuntarias,
dignifican y acompañan,
dando sentido al dolor.
Preciosas criaturas aladas
de inmaculado vestido,
que acunan las ondas.
Cigüeñas de un cielo preñado
de poesía, de prosa,
de un Amor Sanmateano.
La fiesta
La fiesta despierta,
y arranca del ánimo
un rosario de alegrías.
La fiesta comienza,
y atrapa sin reparo
en su osada algarabía.
El mundo se da la vuelta,
y reinventa su espacio
para celebrar la vida.
Las calles se empeñan
en alborozos, desfile de gozos
Y melodías.
El toro,
la luna,
las
reinas,
la espuma,
los
fuegos,
la
noche y el día....
Y al día siguiente,
persiste el ambiente
entre el almuerzo
y la compañía
de esta gente
y de este pueblo,
hospitalario, generoso,
lleno de vida.
Tan llena de vida
Tan llena de vida....
en el día que se espuma
la alegría.
Tan llena que se derrama
para inundar la rutina.
Queda yerta la tristeza
que se ahoga entre sonrisas.
Tan llena... que no habría
excusa alguna
a la belleza.
De la mano y de puntillas
por su cauce se pasean
el gozo y la algarabía
de San Mateo y su fiesta.
Tan llena de vida... tanto
que es de su corazón,
arteria.
El pueblo rebosa camaradería,
afecto, unión y fuerza,
por ella, que todo lo inspira,
ella, la
Camarera ,
tan
llena de vida....
Quedé exhausta
Quedé exhausta….,
el cansancio que produce el gozo,
arrebata
las fuerzas más exalta,
purifica y armoniza
el alma
que sustenta esta materia
fatigada.
Quedé exhausta,
sumergida entre las aguas
de esta acequia,
sin palabras.
El almuerzo
Tras horas de amanecida
un susurro que medra,
que crece....
El encuentro es inminente,
el vino se comparte,
se reparten las viandas,
es una ofrenda que alaba
los corazones de una gente,
generosa, diferente...
y es que la
Jota canta
en labios de un Avellana,
que: “ser Sanmanteao tiene
una gracia especial”.
El almuerzo es un deleite,
un bocado de amistad.
Camino a la
ermita,
piedras.
Camino a la
ermita,
cuestas.
Camino a la
ermita,
un rosario de
bendiciones eternas
por la vida
que tropieza
y se levanta,
por la vida
que lucha
y continúa,
porque todo
comienza
y todo acaba.
sea de
agradecimiento
y la oración,
una alabanza.
Vivir es una
fiesta
y camino a la
ermita,
se celebra.
Paraíso
bajo la forma de arena y piedra.
Y en los brazos de este pueblo
-bendito por agua de acequia-,
hallé en este mundo el Paraíso,
el madurado sosiego y el amparo
ante esta realidad que apremia,
y a cuyos brazos me arrojo
para no ser nada….., y ser eterna.
Primavera
Señores y señoras:
y nos envuelve con su aroma,
a hierbabuena y poesía,
a lluvia de estrellas,
a fino, arte y alegría
Y es que ella es una diosa
de color, una mujer
bien vestía, de fiesta,
con su tacón,
con su moño en lo alto,
y en lo alto, su flor.
San Mateo se engalana
y de la mano se la lleva
por sus calles, por sus plazas
y entre bares la festeja,
un tapeíto, luego un baile,
y en la noche, luna llena.
A todos los rincones llega
este huracán de vida,
todo el pueblo se contagia
para que todo el mundo vea
cuánta belleza recoge
San Mateo en Primavera.
Reina
()Homenaje a las Reinas de fiestas de San Mateo 2014)
Reina,
mira que eres niña, chiquilla,
si ya eres mas alta que yo
y tu cuerpo es todo curva.
Reina,
mira que eres linda, mi niña,
si hace cuatro días te acunaba entre mis brazos,
y ahora te vas tu solita.
Reina, mi niña linda, chiquilla,
diecisiete primaveras de alegría,
tu me cogías de la mano,
y yo, yo no se que te daría….
Y ahora es fiesta en San Mateo,
y está lleno el plegadero,
y tu, te iras de paseo,
por la noche y por el día,
con el sol y con la luna,
y te bañarás en la acequia,
con la espuma,
y subirás a la ermita,
y bajarás a la iglesia,
en la plaza, verás toros,
y en la calle, el alborozo,
pues tu carroza no es otra,
que la vida…..
Ay mi niña, mi linda chiquilla, mi bien,
mira, que eres toda una mujer,
Reina.
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